Foto: Miranda Volpe

La educación ambiental como motor de un vínculo amigable entre el hombre y la naturaleza

29 de septiembre de 2023 · Proyecto El Impenetrable
Por Débora Abregú

Dentro y alrededor del Parque Nacional El Impenetrable se está trabajando en la recuperación de varias especies que solían habitar tierras chaqueñas años atrás y que son claves para los ecosistemas.

El regreso de estas especies, como la tortuga yabotí, el ciervo de los pantanos, el guanaco, la nutria gigante y el yaguareté, viene acompañado de un trabajo de fondo con los pobladores vecinos del área protegida que busca fortalecer la coexistencia amigable de la gente con la fauna nativa y el monte en pie a través del turismo de naturaleza.

La educación ambiental es una herramienta fundamental que implementamos en el proyecto para transmitir la importancia del regreso de estas especies y la oportunidad de crecimiento económico basado en la observación de fauna, mostrando la fortuna y el orgullo que tienen los chaqueños de haber crecido rodeados de la diversa vida silvestre del Impenetrable.

Nuestro programa comprende el acercamiento a escuelas rurales, ubicadas en los diferentes parajes que lindan con el parque, y el recibimiento de familias que viven en esos parajes en la Estación de Campo El Teuco, dentro del parque. En estas visitas realizamos charlas acompañadas de fotos y videos sobre la fauna con la que podemos encontrarnos en El Impenetrable y el regreso de las especies claves.

Una jornada de educación ambiental en el Paraje El Retiro. Foto: Joaquín Rebuffo

DEL PARQUE A LAS COMUNIDADES

Las visitas en las escuelas nos permiten participar de la educación de los chicos que, en algunos años, serán responsables del cuidado de la fauna nativa en sus campos y de un manejo volcado a una economía restaurativa. Posiblemente, ellos se convertirán en guías de sitio, cocineros, grandes artesanas y artesanos de la zona, y verán el cambio que se está gestando día a día. Ellos son y serán los principales testigos y partícipes del regreso de yaguaretés, venados, ciervos y nutrias gigantes.

Durante toda la actividad se muestran fascinados de conocer nuevas especies. Abundan las sonrisas y las preguntas curiosas. Todos quieren ver las imágenes representadas por esos nombres que han escuchado en las nuevas historias que viajan por los parajes chaqueños, las de Qaramta, el macho silvestre, y Tania, una hembra de cautiverio, y la de esos dos cachorros que más adelante serán parte del monte Impenetrable: Nalá y Takajay.

Débora Abregú, o Debi, responsable de monitoreo de fauna amenazada y educación ambiental, muestra a los vecinos imágenes en vivo de los yaguaretés capturadas por cámaras remotas en el Centro de Reintroducción del Yaguareté del Parque Nacional El Impenetrable. Foto: Miranda Volpe

DE LAS COMUNIDADES AL PARQUE

El recibimiento de los vecinos a la estación de campo permite interactuar con familias que muchas veces ya son parte del cambio que se está observando. Dentro del grupo que llega a la estación hay artesanos, guías de sitio, cocineras y personas que se están animando a dar el paso a una economía volcada al ecoturismo y que entienden la importancia del cuidado de la naturaleza.

Durante las charlas, los más grandes cuentan que alguna vez han visto o escuchado hablar de las especies que ahora están regresando y muchos de ellos recuerdan cómo era El Impenetrable sesenta o setenta años atrás. Todos han escuchado hablar del yaguareté. Cuentan que aún les resuenan esas leyendas o relatos que contaban madres y abuelos que decían “es un animal que te va a atacar” y todavía le temen. Es por eso que en la charla nos enfocamos en mostrar que la convivencia armoniosa con el yaguareté es posible y que, ante un encuentro, lo mejor es disfrutarlo. Videos de Pantanal, Brasil, prueban que se puede hacer ecoturismo y observar a un yaguareté cruzando un camino, cazando o refrescándose en el agua. Al ver esos vídeos la expresión cambia, de la incredulidad hacia el asombro, algunos sonríen y abundan las miradas cómplices.

La visita finaliza cuando conocen a Isis, una yaguareté nacida en cautiverio que no puede ser liberada. Además de cumplir la gran función de atraer a los dos machos silvestres que rondan el parque, Isis juega un papel fundamental en la educación ambiental: los vecinos tienen la oportunidad de conocerla y de ver los rastros de los machos que la visitan diariamente: Tewuk y Qaramta. Isis y las huellas de los yaguaretés en el suelo chaqueño marcan un antes y un después en la percepción que tienen los vecinos sobre el depredador tope y su retorno. Las historias que escucharon desde chicos, que los paralizaba del miedo, hoy se transforman en ganas y curiosidad de poder verlo, y en alegría por su regreso.

Las visitas de las comunidades al Centro de Reintroducción culminan en el recinto de Isis, una yaguareté de cautiverio cuya presencia ayuda a mantener cerca a los machos silvestres, con fines reproductivos, además de inspirar respeto y admiración en los vecinos. Foto: Miranda Volpe

Los niños están transitando, desde pequeños, todos estos cambios. Ellos crecen junto a esas huellas y sonidos que vuelven al monte chaqueño, junto a nuevas historias culturales que estaban desapareciendo. Sus padres, madres y abuelas son testigos de lo que se fue perdiendo y también de lo que está regresando. Grandes y chicos son parte del nuevo vínculo que se está generando con la naturaleza.

Débora Abregú nació en Córdoba, donde estudió la carrera de Biología. Fue voluntaria en la Estación de Campo El Teuco en 2020, antes de unirse definitivamente al equipo al año siguiente. Debi coordina y ejecuta tareas de monitoreo de tortugas yabotí liberadas y de educación ambiental, a fin de mejorar la percepción local del yaguareté y otras especies.