Teresita se unió a la Fundación en el año 2014. Desde entonces es coordinadora de asuntos legales, asesorando a la Fundación en la normativa que rige las actividades que realiza, coordinando la redacción de convenios y presentaciones ante autoridades, temas relacionados con tierras y supervisión de asuntos judiciales, entre otros.
Marian se unió a la Fundación en 2011. Desde entonces, coordina las acciones de prensa y contribuye al desarrollo de los destinos de turismo de naturaleza en los proyectos territoriales.
Laura trabaja en la Fundación desde 2019 y se desempeña en el área de relaciones con la prensa, coordinando notas y entrevistas en los medios nacionales y regionales, preparando contenidos y materiales para periodistas y redactores, y colaborando con la promoción de los destinos de turismo de naturaleza.
Nicolás se unió a la Fundación en 2018. Sus responsabilidades incluyen coordinar los materiales y canales de comunicación institucionales y asistir a los equipos en territorio en la implementación de estrategias y campañas de comunicación.
Joaquín es oriundo de Clorinda, provincia de Formosa. Con formación en comunicación audiovisual y diseño, ha trabajado en diversos proyectos comunitarios enfocados en la conservación de la naturaleza. En 2024 se unió a la Fundación, donde hoy asiste en la coordinación de los materiales y canales de comunicación institucional, además de brindar apoyo a los equipos en terreno para la implementación de estrategias y campañas de comunicación.
Andy colabora con el diseño gráfico y producción audiovisual para las redes sociales institucionales.
Lupe se unió al equipo de Estrategia y Alianzas de la Fundación en el año 2019. Mayormente se dedica al vínculo con donantes y al desarrollo de alianzas estratégicas.
Angie es abogada y cuenta con más de veinte años de experiencia asesorando en temas de derecho ambiental y comercial. Se unió al equipo de Estrategia y Alianzas de la Fundación en 2021. Sus responsabilidades incluyen el desarrollo de estrategias, vínculos con donantes y apoyo en aspectos legales.
Vicky es abogada y se unió al equipo de Estrategia y Alianzas de la Fundación en 2021. Desde entonces redacta reportes para los donantes detallando los progresos logrados en los proyectos.
Gerardo es doctor en Biología egresado de la Universidad Nacional de Comahue (Bariloche). Se unió a Rewilding Argentina en el año 2017 y durante cuatro años realizó las líneas de base de vertebrados del Parque Nacional El Impenetrable. Coordinó el programa de conservación del proyecto El Impenetrable por cinco años y actualmente coordina las Relaciones Técnicas en Conservación de todos los proyectos de la fundación.
Natalia es oriunda de Florida, Buenos Aires. Nómade, trabaja para apalancar proyectos y organizaciones que buscan integrar lo social y lo ambiental guiados por la convicción de que es posible crear nuevas realidades. Cuenta con más de diez años de experiencia en áreas de operaciones, producción y marketing, y en los últimos años se involucró en proyectos de reforestación. En 2024 se unió al Proyecto Patagonia Azul de Rewilding Argentina para coordinar el Centro de Interpretación y Cafetería del Portal Bahía Bustamante. En la actualidad, coordina el desarrollo de los destinos de turismo de naturaleza en El Impenetrable, Patagonia y Patagonia Azul.
Mariano es oriundo de Mar del Plata. Músico y Maestro Mayor de Obras, en el año 2015 se mudó al campo en las sierras de Córdoba, donde llevó adelante un proyecto basado en la sustentabilidad y participó junto a la comunidad en varias campañas en de reforestación. En 2022 se unió al equipo de Freyja Foundation para trabajar en el desarrollo de infraestructura de uso público del Parque Patagonia. Desde 2023, además de continuar en ese rol, coordina el desarrollo de infraestructura de uso público en varios proyectos de Rewilding Argentina.
Teresita joined Fundación Rewilding Argentina in 2014. Since then, she has coordinated the foundation’s legal affairs, assessed its activities’ regulations, coordinated agreements, land-related topics, and oversaw judicial affairs.
Marian joined the foundation in 2011 to coordinate the press strategy and contribute to the development and positioning of all our projects’ tourist destinations.
Laura has worked in the foundation since 2019. She coordinates national and regional press articles and interviews, prepares materials to share with journalists and writers, and collaborates with promoting the foundation’s nature-tourism destinations.
Nicolás joined the foundation in 2018. He oversees the institutional communication channels and materials and assists the local teams in implementing communication strategies and campaigns.
Joaquín is originally from Clorinda, in the province of Formosa. With a background in audiovisual communication and design, he has worked on various community projects focused on nature conservation. In 2024, he joined Rewilding Argentina to assist in the coordination of institutional communication materials and channels, in addition to providing support to field teams for the implementation of communication strategies and campaigns.
Andy collaborates with our foundation’s social media content and graphic design.
Lupe joined the foundation’s Strategy and Partnerships team in 2019. She is busy building relationships with donors and developing strategic alliances, among other tasks.
Angie is a lawyer with over 20 years of experience assessing environmental and commercial law. She joined the foundation’s Strategy and Partnerships team in 2021 to help develop strategies, cultivate donor relationships, and provide legal support.
Vicky is a lawyer. She joined the foundation’s Strategy and Partnerships team in 2021 to compose donor reports detailing all our project’s progress.
Gerardo holds a PhD in Biology from the National University of Comahue (Bariloche). He joined Rewilding Argentina in 2017 and spent four years conducting vertebrate baselines in El Impenetrable National Park. He coordinated the conservation program for the El Impenetrable project for five years and currently coordinates the Technical Relations in Conservation for all of the foundation’s projects.
Natalia is originally from Florida, Buenos Aires. A nomad, she works to leverage projects and organizations that seek to integrate social and environmental issues, guided by the conviction that it is possible to create new realities. She has more than ten years of experience in the areas of operations, production, and marketing, and in recent years she has been involved in reforestation projects. In 2024 she joined Rewilding Argentina’s Patagonia Azul Project to coordinate the Interpretation Center and Cafeteria of Portal Bahía Bustamante. Currently, she coordinates the development of nature tourism destinations in El Impenetrable, Patagonia and Patagonia Azul.
Mariano is originally from Mar del Plata. A musician and Master Builder, in 2015 he moved to the countryside in the mountains of Córdoba, where he carried out a project based on sustainability and participated with the community in several reforestation campaigns. In 2022 he joined the Freyja Foundation team to work on the development of public infrastructure in Patagonia Park. Since 2023, in addition to continuing in that role, he coordinates the development of public infrastructure in several Rewilding Argentina projects.
Desde Comodoro Rivadavia, pasando el “pueblo de mar” Caleta Córdova, se atraviesa el Portal Rocas Coloradas, adentrándose en un mundo de colores contrastantes y frágiles geoformas que atestiguan las poderosas fuerzas naturales que actúan sobre este antiguo paisaje. La ruta serpentea por la estepa, hábitat natural del guanaco, el choique, la mara y el puma. Las vistas se van abriendo a enormes restingas verdes llenas de gaviotas, gaviotines y ostreros, acantilados, islotes repletos de lobos marinos y cormoranes, el mar abierto, donde planean los petreles y cada tanto se pueden detectar los soplidos de ballenas. Una parada obligada es el bosque petrificado con restos de troncos de coníferas y ¡palmeras! de más de 60 millones de años.
Llegando al Portal Bahía Bustamante se allanan los cerros y toma protagonismo el azul del mar. Desaparecen los acantilados para dar lugar a inmensas bahías protegidas y poco hondas, que se descubren con la marea baja y son sitios de alimentación de infinitas aves playeras, gaviotas, gaviotines y patos. Mar adentro aparecen las islas a las que se accede en excursiones náuticas de observación de fauna mansa y fotogénica, como lobos marinos y pingüinos de Magallanes. A su vez, la Caleta Malaspina, conocida por ser un sitio frecuentado por el tiburón gatopardo, tiene características naturales que la convierten en el lugar más biodiverso y productivo de la costa chubutense y ofrece un verdadero espectáculo natural. Además, la abundancia y productividad natural dio lugar a la explotación alguera, de la cual hoy queda la infraestructura abandonada y los cuentos de los antiguos pobladores del paraje histórico.
Pasando el Arroyo Marea, la Ruta Azul continúa por la estepa patagónica, habitada por numerosos guanacos, choiques y maras. El Portal Isla Leones es una antigua estancia ganadera que se convirtió al turismo de naturaleza para dar acceso público al Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral y a la mítica Isla Leones, a la cual se accede navegando desde un puerto natural: la Bahía Arredondo. El antiguo faro sobre la isla es icónico de la historia chubutense, así como también la Caleta Hornos, conocida por los navegantes del mundo pero no tanto por las comunidades locales. Un refugio natural, la Caleta Hornos fue uno de los primeros intentos de colonización de la Argentina, liderado por Simón de Alcazaba y Sotomayor que en 1535 quiso fundar aquí la provincia de Nueva León.
El Pueblo Auténtico Camarones, ubicado sobre el mar, cuenta con acceso a playas prístinas y despobladas y al ANP Cabo Dos Bahías, que protege una importante colonia de pingüino de magallanes. En la navegación dentro de la Bahía Camarones hacia el Archipiélago Islas Blancas es frecuente observar un espectáculo sin igual de un grupo residente de alrededor de 50 toninas muy amigables.
La Ruta Azul continúa hacia el norte hasta llegar al paraje histórico Cabo Raso, paraíso de surfistas y aventureros. Aislado, salvaje, reconstruido por manos habilidosas y almas nostálgicas, el pueblo abandonado ofrece un romántico encuentro con uno mismo y el mar. Las olas se dejan surfear, las playas de canto rodado son infinitas, y un naufragio y un bunker de los tiempos de la guerra en las Islas Malvinas agregan más historia a esta larga ruta.
A solo 100 kilómetros de Trelew está la pingüinera más grande de Sudamérica: Área Natural Protegida Punta Tombo. Una pasarela permite observar la vida cotidiana de los pingüinos de Magallanes y el centro de interpretación complementa la visita con la historia del lugar. Entre Punta Tombo y Rawson está Playa Escondida, donde hay una colonia de elefantes marinos y, llegando a la ciudad, se encuentra Playa Unión, con simpáticos “chiringuitos”, que son restaurantes para comer mariscos.
Julián es oriundo de Entre Ríos. Estudió la carrera de guardaparque en Puerto Madryn y fue voluntario en la Estación Los Palmares antes de unirse a Rewilding Argentina en 2023, donde coordina el equipo de Operaciones, logística y mantenimiento de las instalaciones ubicadas en Paraje La Armonía y el Camping La Fidelidad.
Willy es oriundo de Miraflores, Chaco. Comenzó a trabajar en la fundación en junio de 2023, donde coordina la construcción de obras y caminos.
Rogelio comenzó su trabajo en la Fundación en 2017. Sus responsabilidades incluyen tareas operativas, de logística, mantenimiento y obras en el Proyecto El Impenetrable, en Chaco.
Cirilo se crió en el Paraje Bajada de la Cruz, en las inmediaciones del Parque Nacional El Impenetrable. Se unió a la fundación en 2021 para llevar adelante tareas de logística, mantenimiento, obras y caminos.
Manuel se crió en el Paraje Fortín Arenales, en las inmediaciones de lo que hoy es el Parque Nacional El Impenetrable. Se unió a la fundación en 2022, donde realiza tareas operativas, de logística y mantenimiento de las instalaciones.
Francisco es oriundo de Villa Allende, Córdoba, provincia en la que se desempeñó como guía de senderismo. Fue voluntario en la estación de campo El Teuco antes de unirse a la fundación en 2023 para llevar adelante tareas operativas, de logística y mantenimiento de las instalaciones.
Andrés nació y creció en el Paraje Santa Teresa, en las inmediaciones del actual Parque Nacional El Impenetrable. Se unió a Rewilding Argentina en 2017 para desempeñar tareas operativas, de logística, mantenimiento y obras y, más adelante, como responsable del camping La Fidelidad.
Marisi López es licenciada en Relaciones Públicas. En 2005 se sumó al equipo de Fundación Rewilding Argentina para trabajar en el Proyecto Iberá, Corrientes, donde desde entonces lidera los procesos de apertura al uso público y donación de portales turísticos. En el Proyecto El Impenetrable, Chaco, Marisi es la referente en Turismo de Naturaleza y Relaciones Institucionales ante la prensa, la sociedad civil y actores de la comunidad.
Fátima es Administradora de Empresas y se unió a la Fundación en 2019. Desde entonces, coordina el desarrollo de emprendimientos y de estrategias para mejorar el bienestar de las comunidades vecinas al Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco.
Luli nació en Pehuajó, Buenos Aires. Egresada de la carrera de Comunicación, orientó su trabajo hacia el área social, con énfasis en proyectos comunitarios rurales en África y en El Impenetrable chaqueño. En este último lugar conoció a Rewilding Argentina, equipo al que se unió en 2023 para diseñar y coordinar estrategias que apuntan a mejorar el bienestar de las comunidades locales.
Coni se crió en Bahía Blanca y estudió la carrera de biología en Buenos Aires. En 2019 fue voluntaria en la estación de campo El Teuco y ese mismo año se unió a Rewilding Argentina para coordinar estrategias y acciones que apuntan a mejorar el bienestar de la comunidad de La Armonía.
Ale es de Las Breñas, del interior de Chaco. En 2016 y 2018 fue voluntario en el campamento de La Armonía y la estación de campo El Teuco. Se unió a Rewilding Argentina en 2019, como coordinador local en comunidades en el núcleo La Armonía, donde trabaja en el desarrollo de economías regenerativas.
Zulma es oriunda de La Armonía y se unió a Fundación Rewilding Argentina en 2020 como referente local en el Programa de Bienestar Comunitario del Proyecto El Impenetrable.
Guada nació en San Nicolás, Buenos Aires. Tras recibirse de licenciada en Recursos Naturales fue voluntaria para el Portal San Nicolás del Parque Iberá (Corrientes) en 2021. Ese mismo año pasó a coordinar el núcleo Nueva Población del programa de Bienestar Comunitario del Proyecto El Impenetrable.
Gonzalo es profesor de matemáticas. Nació en Buenos Aires pero pasó la mayor parte de su vida en Las Breñas, en Chaco. En 2021 se sumó al equipo de la fundación como voluntario en el Programa Comunidades del Proyecto El Impenetrable. Actualmente coordina el programa de Bienestar Comunitario en el núcleo Los Palmares.
Debi nació en Córdoba, donde estudió la carrera de Biología. Fue voluntaria en la Estación de Campo El Teuco en 2020, antes de unirse definitivamente al equipo al año siguiente. Debi coordina y ejecuta tareas de monitoreo de tortugas yabotí liberadas y de educación ambiental, a fin de mejorar la percepción local del yaguareté y otras especies.
Nico se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2019. Está involucrado en el manejo de los yaguaretés del centro de conservación y en el monitoreo de especies amenazadas a través de telemetría (yaguareté y tapir) y trampas cámara.
Leandro se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2020. Está involucrado en la operación de la Estación de Campo Los Palmares, donde realiza recorridas en lancha por el río Bermejo monitoreando y disuadiendo las actividades de caza y pesca ilegal.
Mario es oriundo de Baradero, provincia de Buenos Aires. Se acercó a la fundación como voluntario en el Centro Aguará y en los proyectos de rewilding que se llevan adelante en Iberá y en El Impenetrable. Se unió a la fundación en 2022 como responsable de entrenamiento y bienestar de las nutrias gigantes del proyecto de reintroducción en El Impenetrable.
Julieta es oriunda de la provincia de La Pampa. Fue voluntaria en la Estación de Campo El Teuco durante el 2022, antes de unirse a Rewilding Argentina como responsable del trabajo de recuperación de pastizales en el Proyecto El Impenetrable.
Julio fue voluntario de la fundación en 2018, y se unió efectivamente en 2019 en tareas operativas, de logística, mantenimiento y obras. Actualmente coordina el equipo de logística en la estación de Campo El Teuco y participa activamente en la restauración de pastizales del parque nacional.
Nico es oriundo de Laguna Blanca, provincia de Formosa. Se acercó a la fundación en 2021 como voluntario del equipo de operaciones para pasar efectivamente a ese equipo durante el 2022. Actualmente se encuentra trabajando en logística y operaciones de la estación de Campo el Teuco y participa activamente en la restauración de pastizales del parque nacional.
Miranda nació en Paraná, Entre Ríos. Licenciada en Biología, se acercó a Rewilding Argentina en 2021 como voluntaria de los proyectos de rewilding en los proyectos Iberá y Patagonia. Se incorporó al equipo de comunicación en 2022 como responsable de generar material audiovisual y crear contenidos para comunicar los proyectos de parques, comunidades y reintroducción de fauna en El Impenetrable.
Francisca se crió en la provincia de Buenos Aires. Trabajó en el ámbito del turismo en diferentes lugares y conoció El Impenetrable en el año 2021. Al año siguiente se acercó a la fundación, donde actualmente se desempeña como anfitriona en la Escuela-Taller y Glamping El Bermejito del Paraje la Armonía.
Darío se unió a Rewilding Argentina en 2017. Formó parte del equipo de operaciones hasta el año 2022, cuando se convirtió en guía de avistaje de fauna, motivado por su gran conocimiento del monte, el río, la flora y la fauna del lugar.
Félix se crió en el Paraje Fortín Arenales, en las inmediaciones de lo que hoy es el Parque Nacional El Impenetrable. Se unió a la fundación en el año 2021. Allí realiza tareas operativas y de mantenimiento de instalaciones en la Estación de Campo Los Palmares.
Reyes se crió en Wichí, en la localidad de El Sauzalito. Se unió a la fundación en 2022. Actualmente realiza tareas operativas y de mantenimiento de instalaciones en la Estación de Campo Los Palmares.
Julián was born in Entre Ríos. He studied to be a park ranger in Puerto Madryn and volunteered at Los Palmares before joining Rewilding Argentina in 2023. He now leads the operations, logistics, and maintenance team at the facilities located in Paraje La Armonía and Camping La Fidelidad.
Willy is from Miraflores, Chaco. He began working for Rewilding Argentina in 2023 as a road and infrastructure building manager.
Rogelio began collaborating with Rewilding Argentina in 2017. He leads El Impenetrable Project’s operations, logistics, and maintenance team.
Cirilo grew up in Paraje Bajada de la Cruz, near El Impenetrable National Park. He joined the foundation in 2021 and handles logistics, facility maintenance, and roads tasks.
Manuel grew up in Paraje Fortín Arenales, near El Impenetrable National Park. He joined the foundation in 2022 and handles operational tasks, logistics, and facility maintenance.
Francisco was born in Villa Allende, Córdoba and worked as a hiking guide in the province. He volunteered at the El Teuco Field Station before joining the foundation in 2023 to handle operational, logistics, and maintenance tasks.
Andrés was born and raised near El Impenetrable National Park. He joined the foundation in 2017 to carry out operational, logistic, and maintenance tasks in El Impenetrable Project, and later to manage La Fidelidad Campsite.
Marisi López has a degree in Public Relations. In 2005, she joined Fundación Rewilding Argentina to work on the Iberá Project, Corrientes, where she has led the process of opening up to public use and donating tourist portals to the State since then. In the El Impenetrable Project, Chaco, Marisi leads the development of Nature Tourism and the institutional relations with the press, civil society, and community actors.
Fátima graduated as a Business Manager. She joined the foundation in 2018 to coordinate the development of strategies to improve the communities wellbeing around El Impenetrable National Park.
Luli was born in Pehuajó, Buenos Aires. She graduated in Communications and specialized in rural community projects in Africa and El Impenetrable, Chaco. There, she joined Rewilding Argentina in 2023 to design and coordinate strategies that aim to improve the well-being of local communities.
Coni joined Rewilding Argentina in 2019 to develop the Communities and Tourism Program in La Armonía, the town at El Impenetrable National Park’s entrance.
Ale Aquino is from Las Breñas, Chaco, and admires nature above all things and the peace he finds there. In 2016 and 2018, he volunteered in La Armonía Camp and El Teuco Field Station, respectively. He joined Fundación Rewilding Argentina in 2019, where he’s busy working on diverse programs to foster the development of regenerative economies in the El Impenetrable Project in Chaco.
Zulma was born in La Armonía Hamlet. She joined the foundation in 2020 to connect people from her community with the foundation’s project.
Guada was born in San Nicolás, Buenos Aires. After obtaining her degree in Natural Resources, she volunteered for the Portal San Nicolás del Parque Iberá (Corrientes) in 2021. Later that year, she coordinated the New Population of the Community Well-being program of the El Impenetrable Project.
Gonzalo is a Maths teacher. He was born in Buenos Aires but lived most of his life in Las Breñas, Chaco. In 2021, he decided to volunteer at Fundación Rewilding Argentina’s Communities program. He currently carries out El Impenetrable’s Communities Program in Los Palmares.
Debi was born in Córdoba, where she studied Biology. She volunteered at El Teuco Field Station in 2020, before joining the team the following year. Debi coordinates and executes monitoring tasks for released yabotí turtles and environmental education, in order to improve the local perception of the jaguar and other species.
Nico joined the foundation in 2019. He takes part in the jaguar management at the Park and monitoring threatened species with telemetry and camera traps.
Leandro joined Fundación Rewilding Argentina in 2020. He operates Los Palmares and conducts boat tours on the Bermejo River to monitor and prevent illegal hunting and fishing activities.
Mario was born in Baradero, Buenos Aires. He volunteered at the Aguará Center and rewilding projects in Iberá and El Impenetrable. In 2022, he joined the foundation as the responsible person for training and welfare of giant otters for the reintroduction project in El Impenetrable.
Julieta was born in La Pampa province. She volunteered at El Teuco Field Station in 2022 and later became responsible for grassland recovery at the El Impenetrable Project with Rewilding Argentina.
Julio volunteered for the foundation in 2018, and later joined in 2019 to perform operational, logistics, maintenance, and work tasks. He currently coordinates the logistics team at El Teuco and actively participates in the restoration of grasslands in the national park.
Nico was born in Laguna Blanca, Formosa. In 2021, he joined the foundation as an operations team volunteer and transitioned to the team in 2022. Currently, he works in logistics and operations at El Teuco Field Station and actively participates in restoring grasslands in the national park.
Miranda was born in Paraná, Entre Ríos. With a degree in Biology, she volunteered for Rewilding Argentina in 2021 in the Iberá and Patagonia projects. She later joined the communication team in 2022 as responsible for creating audiovisual content to communicate the projects, communities, and the reintroduction of fauna in El Impenetrable.
Francisca grew up in the province of Buenos Aires. She worked in the field of tourism, and that is how she got to know El Impenetrable in 2021. The following year she approached the foundation, where she currently works as a hostess at the El Bermejito School-Workshop and Glamping in Paraje la Armonía.
Darío joined Rewilding Argentina in 2017 as part of the operations team. In 2022, he became a wildlife watching guide due to his extensive knowledge of the local forest, river, flora, and fauna.
Félix grew up in Paraje Fortín Arenales, near El Impenetrable National Park. He joined the foundation in 2021. He handles operational tasks and facility maintenance at Los Palmares.
Reyes grew up in Wichí, in the town of El Sauzalito. He joined the foundation in 2022. He currently handles operational and facility maintenance tasks at Los Palmares.
Diana is a naturalist and adventurer. She received a degree in Nature Conservation in South Africa, that led her to work in several nature reserves in Zimbabwe, Kenya and Tanzania. She was the field coordinator for the Macá Tobiano (hooded grebe) Project, an initiative of Aves Argentinas, for three seasons and worked as a field technician on Rewilding Argentina’s projects to reintroduce giant anteaters and red-and-green macaws. Currently she lives in Camarones and coordinates the Patagonia Azul project.
Ale is from Camarones and worked in El Sauce Ranch when the foundation acquired it. His knowledge about the ranch and the town is vital for our daily work. He oversees the operations, logistics, and maintenance areas, driving heavy machinery and helping in the field.
Gabriel’s connection to the countryside began in childhood, when he developed a passion for preserving and promoting nature. He spent nine years working in National Parks before joining the foundation in 2022 to focus on logistics and maintenance tasks.
Mery worked for Bahía Bustamante Lodge for many seasons, so she knows the area like the palm of her hand. She joined Fundación Rewilding Argentina in 2021 to develop the tourism activities along the Blue Route. She is passionate about the sea, adventure, and nature, which she transmits vividly to local entrepreneurs, hosts, press reporters, and tourists.
Mariana is a nature lover. She has a degree in Political Science and a master’s degree in Public Policy. Mariana led projects to prevent marine pollution in coastal communities in Costa Rica for five years. A photographer, she’s passionate about using her creativity to manage community projects. She currently coordinates Patagonia Azul Project’s community program and communication team.
Franco is originally from Gastre. He has been working at Isla Leones since 2022, where he handles operational and maintenance tasks to improve the experience of the visitors. His adaptation and willingness to carry out all types of work are notable.
Gonzalo is originally from Gaiman. He has been working since 2022 at Isla Leones, where he manages infrastructure for projects related to visitors.
Lucas is a digital technician, professional diver, and sailor with a degree in Biological Science. For his doctorate, he studied the behavior and bio-energy of two species of Argentine marine fish, the mero (Argentine seabass) and the salmon (Argentine sandperch). For six years, he participated in the Southern Right Whale Health Monitoring Program and was a sailing instructor. Currently, he coordinates and carries out rewilding work for the Patagonia Azul Project.
Nacho is a nature and wildlife lover. In 2021 he volunteered in different projects in Iberá and El Impenetrable. Since 2022 he has been working as a field technician in the conservation projects of Patagonia Azul.
Creative and self-taught, Gustavo is passionate about nature and adventure tourism. He is currently studying Biology and renewable energies. He has more than ten years of experience in the field of surveying. Today he is part of the Patagonia Azul conservation team.
Fer is originally from Córdoba, where she graduated as a park ranger, and is also an English teacher. From a very young age, she felt a great connection with nature. She currently works in the Communities area of the Patagonia Azul Project.
Germán grew up in Misiones. He is an environmentalist and passionate about nature. He worked on various reserves and conservation projects. Today he works as a host at the park entrance in Patagonia Azul.
Originally from Rada Tilly, Chubut, Agustín is passionate about nature conservation. He joined the foundation in 2023 to manage the trails team of the Patagonia Azul Project.
Originally from Camarones, Gabriel works on trails and the creation of public spaces. He joined the foundation in 2022 as a public use infrastructure development assistant in the Patagonia Azul Project.
Originally from Santiago del Estero, Julio worked in an agricultural company and is currently dedicated to trail work. He joined the foundation IN 2023 as a development assistant for public use infrastructure at the Patagonia Azul Project.
José was born in Camarones. He is very passionate about bird watching and the sea. He joined the foundation in 2021 as construction and maintenance foreman at the Patagonia Azul Project.
Originally from Trelew, Alexis enjoys working in the fields and at sea with his colleagues. He joined the foundation to work in the works and maintenance area, rebuilding camping spaces for tourists at the Patagonia Azul Project.
Diana es naturalista y aventurera. Estudió una Tecnicatura en Conservación de la Naturaleza en Sudáfrica, que la llevó a trabajar en varias reservas naturales en Zimbabwe, Kenya y Tanzania.
Coordinó el trabajo de campo en el Proyecto Macá Tobiano (Aves Argentinas) durante 3 temporadas y trabajó como técnica de campo en los proyectos de reintroducción de osos hormigueros gigantes y guacamayos rojos de Rewilding Argentina. Hoy, vive en Camarones y coordina el proyecto Patagonia Azul.
Ale es oriundo de Camarones y ya trabajaba como encargado en El Sauce cuando llegó el equipo de la fundación. Su conocimiento de la estancia y la localidad es clave para nuestro trabajo diario. Hoy se ocupa del área de operaciones, logística y mantenimiento, manejando la maquinaria y ayudando en el campo cuando es necesaria su experiencia.
Gabriel estuvo en contacto con el campo desde chico, cuando nació su pasión por preservar y dar a conocer la naturaleza. Trabajó en Parques Nacionales durante nueve años antes de unirse a la fundación en el año 2022 para desarrollar tareas de logística y mantenimiento de obras.
Mery ya conocía la región del Parque Patagonia Azul gracias a dos temporadas de trabajo en el lodge Bahía Bustamante, vecino al Parque. Se unió a nuestro proyecto para desarrollar la oferta turística a lo largo de toda la Ruta Azul. Transmite vívidamente su pasión por el mar, la aventura y la naturaleza, contagiando entusiasmo a los emprendedores locales, operadores turísticos, anfitriones, periodistas, y a los turistas que recibimos.
Mariana es una amante de la naturaleza con formación en Ciencias Políticas y un posgrado en Políticas Públicas. Durante cinco años, lideró proyectos de prevención de contaminación marina en comunidades costeras en una ONG en Costa Rica. Es fotógrafa y apasionada por llevar su creatividad a la gestión de proyectos comunitarios. Actualmente coordina el equipo de comunidades y de comunicación en el Proyecto Patagonia Azul.
Oriundo de la meseta (Gastre), Franco trabaja en el área de operaciones en el Portal Isla Leones desde el año 2022, donde realiza tareas de mantenimiento para mejorar la estadía de los visitantes. Son destacables su adaptación y disposición para realizar todo tipo de trabajos.
Oriundo de Gaiman, Gonzalo trabaja desde 2022 en el área de operaciones en el Portal Isla Leones. Su gran capacidad de aprendizaje lo ha convertido en un importante eslabón del equipo de operaciones para construir la infraestructura necesaria para los visitantes.
Lucas es Técnico Digital, licenciado en Ciencias Biológicas, buzo profesional y navegante. Su tesis de licenciatura se basó en el estudio comportamental y bionergético del mero patagónico. Participó en el Programa de Monitoreo Sanitario de la Ballena Franca Austral durante 6 años. Durante ese tiempo, se desempeñó también como instructor de navegación a vela. Actualmente coordina y lleva a cabo las tareas de rewilding en el proyecto Patagonia Azul.
Nacho es un amante de la vida silvestre y las actividades en la naturaleza. En el año 2021 participó como voluntario en distintos proyectos en Iberá y El Impenetrable. Desde el año 2022 trabaja como técnico de campo en las tareas de conservación del Proyecto Patagonia Azul.
Creativo, autodidacta y apasionado por la naturaleza y el turismo aventura, Gustavo estudia actualmente ciencias biológicas y energías renovables. Tiene más de 10 años de experiencia en el rubro de la agrimensura. Hoy forma parte del equipo de Conservación del Proyecto Patagonia Azul.
Fer es oriunda de Córdoba, en donde se recibió como técnica en Guardaparque, y además, es profesora de inglés. Desde muy pequeña sintió una gran conexión con la vida natural. Actualmente trabaja en el área de Comunidades del proyecto Patagonia Azul.
Criado y formado en la selva misionera, Germán es ambientalista y un apasionado por la naturaleza. Trabajó en numerosas reservas y proyectos de conservación e investigación. Hoy trabaja como anfitrión en portales de uso público en el proyecto Patagonia Azul.
Oriundo de Rada Tilly, Chubut, Agustín es un apasionado de la protección y conservación de la naturaleza. Se unió a la fundación en el 2023 para gestionar al equipo de sendas del proyecto Patagonia Azul.
Oriundo de Camarones, Gabriel se unió a la fundación en el año 2022 como ayudante de desarrollo de infraestructura de uso público en el Proyecto Patagonia Azul.
Oriundo de Santiago del Estero, Julio trabajó en una empresa agraria y actualmente se dedica al trabajo de sendas. Se unió a la fundación en el año 2023 como ayudante de desarrollo de infraestructura de uso público en el Proyecto Patagonia Azul.
José nació en Camarones. Es un gran apasionado de la observación de aves y del mar. Se unió a la fundación en el año 2021 como capataz de la construcción y encargado de mantenimiento en el Proyecto Patagonia Azul.
Oriundo de Trelew, Alexis disfruta mucho del trabajo en el campo y el mar junto a sus compañeros. Se unió a la fundación para trabajar en el área de obras y mantenimiento, reconstruyendo espacios de acampe para los turistas.
Marisi López is a native of Corrientes and has a degree in Public Relations. In 2005, she joined the team of Tompkins Conservation to work on the Iberá Park project. Over the years, she has taken on a variety of roles that have given her a comprehensive view of the project. She currently leads the process of opening and donating the various portals and public use areas to Iberá Park and generates strategic alliances with local politicians. Marisi is the liaison to the press, to civil society and to community leaders.
Pascual Pérez was born in Mburucuyá, Corrientes, home of chamamé and the Mburucuyá National Park. His natural curiosity and love towards nature since he was a kid and his ability with horses and the guaraní language allowed Pascual to work in Iberá’s deepest wetlands from 2007 to 2016, relating with local villagers and making them an essential piece in the project. He worked at the National Parks Administration before joining our team again in 2022 to manage Portal Carambola.
Born in Corrientes, Agustina trained in tourism and hospitality. She worked on various nature tourism projects until 2018 when she joined the Iberá Park’s public-use development team at Parques Nacionales. Convinced that nature tourism is a tool for conservation, in 2023, she joined the Rewilding Argentina team, where she works to promote local restorative economies around Iberá Park.
Nicolás is a native of Mburucuyá, Corrientes. Raised in the town, he has related to horses and rural work from a young age. He speaks the Guarani language and is a fire brigade. In 2022 he joined Rewilding Argentina, where he coordinates the logistics and general maintenance tasks, paddocks surveillance, and supplies.
Marcos was born in Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes. He is a technician in agricultural production, and since 2022 he has been part of the Rewilding Argentina team. He is currently the host at the Carambolita campsite and other nature-tourism areas.
Tomás was born and raised in Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes. His passion for folk dance and culture from Corrientes, experience in rural work, and knowledge of the Guarani language highlight Iberá’s cultural presence at Portal Carambola. He joined Rewilding Argentina in 2023 to host the Carambolita campsite, the Lechuza Cuá refuge, and other areas for nature tourism.
Magno is from Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes, but he spent most of his childhood in Paraje Ñupy, inland. He speaks the Guarani language and masters the arts related to horses and the botador-pulled canoe. He joined Rewilding Argentina in 2022, where he is in charge of the nature reserve’s surveillance, exotic species control, and the maintenance of wire fences—tasks he performs on horseback rides.
Mauricio was born and raised in Mburucuyá, Corrientes. His experience as a fire brigade, builder, and machinery operator makes him an excellent manager of general maintenance and firewalls at Portal Carambola. He joined Rewilding Argentina in 2023.
Jorge was born in San Miguel, Corrientes. Since he was a boy, he has been passionate about the countryside and has worked in several rural establishments. He is known for his prowess in speaking the Guaraní language and being a horse tamer, a job requiring patience and dedication. A great connoisseur of the esteros, he joined Rewilding Argentina in 2023 to contribute his knowledge in the management and operations of Puesto Sofía.
Miguel is a countryman born and raised in Paraje Carambola in the Ibera Wetlands, Corrientes. A great connoisseur of the marsh, he has maintained his traditions and native language, Guarani. He joined Rewilding Argentina in 2022, where his responsibilities include surveilling the nature reserve, controlling exotic species, and keeping fences—tasks he performs on horseback rides.
Pedro is a native guide from Carambola, a hamlet in the Iberá Wetlands, Corrientes, and knows the wetlands thoroughly. He maintains his native language, Guaraní, and his traditions and customs. He joined Rewilding Argentina in 2008. He is responsible for operations and logistics activities and supplying the posts.
Donato is from Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes, and has been connected to the wetland since he was born. He speaks Guaraní and masters the art of cruising the marshlands by boat. He joined Rewilding Argentina in 2010. His responsibilities include surveilling the Natural Reserve, eradicating exotic species, and upkeeping fences.
Juan was born in Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes. He was raised in a ranch where he learned to master horse-riding and canoe-riding. He joined Rewilding Argentina in 2020 to oversee public relationships with Carambola and Ñupy communities, briefing them regularly, in Guaraní language, on the reintroduction projects.
Gustavo joined Fundación Rewilding Argentina in 2005. He is responsible for adding individuals to the species reintroduction projects and keeping relationships with Government authorities, zoos, and rescue centers in Argentina and abroad.
Juampi joined Fundación Rewilding Argentina in 2017. He oversees the design and construction of pre-release, management, and training enclosures for our species reintroduction projects.
Carito joined Fundación Rewilding Argentina in 2015 as the veterinary manager of the specimens entering the San Cayetano Quarantine and those released in Rincón del Socorro, San Alonso, and Carambola.
Valentina joined Fundación Rewilding Argentina in 2020 as the veterinary manager of the specimens entering the Paso de la Patria Quarantine and those released in Cambyretá, Yerbalito, and San Nicolás.
Sebas joined Fundación Rewilding Argentina in 2022. He is responsible for collecting and editing communication pieces about Iberá’s reintroduction projects.
Fede joined Fundación Rewilding Argentina in 2019. He is responsible for designing and building quarantine pens as well as boxes and trailers to move wildlife.
Alicia joined Fundación Rewilding Argentina in 2006. She manages the jaguar and giant otters quarantine facilities and the Giant Anteater Rescue Center in San Cayetano.
Gichi joined Fundación Rewilding Argentina in 2006. She takes care of jaguars and giant otters in the San Cayetano quarantine and giant anteaters who arrive at the Giant Anteater Rescue Center.
Roge joined Fundación Rewilding Argentina in 2016. He takes care of jaguars and giant otters in the San Cayetano quarantine and giant anteaters who arrive at the Giant Anteater Rescue Center.
Barbi joined Fundación Rewilding Argentina in 2021. She takes care of collared peccaries, bare-faced curassows, red-legged seriemas, and red-and-green macaws at the Paso de la Patria Quarantine. She also trains the macaws before they’re moved to the release site.
Magalí joined Fundación Rewilding Argentina in 2016. She coordinates San Alonso’s wildlife reintroduction projects, including the pampas deer, giant anteater, collared peccary, jaguar, and giant otter. She also coordinates the island’s prescribed burns and the control of invasive alien species.
Matías joined Fundación Rewilding Argentina in 2019. He manages the giant otters arriving at this species’ reintroduction project.
Pablo joined Fundación Rewilding Argentina in 2019. He is primarily involved in monitoring and managing reintroduced pampas deer, giant anteaters, and collared peccaries.
Héctor joined Fundación Rewilding Argentina in 2013. He is responsible for logistics and operations, as well as carrying out prescribed burns in San Alonso.
Carlín joined Fundación Rewilding Argentina in 2018. He is involved in logistics and operations in San Alonso.
Victor joined Fundación Rewilding Argentina in 2019. He is responsible for controlling exotic animals such as feral pigs in San Alonso and assisting in prescribed burns.
Pipa collaborates with the monitoring of the ecological impacts of the jaguars released in San Alonso through the Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CEIBA).
Mane joined Fundación Rewilding Argentina in 2014. She coordinates Cambyretá and Yerbalito’s wildlife reintroduction projects, including the bare-faced curassow, the red-and-green macaw, and the collared peccary.
Sofía joined Fundación Rewilding Argentina in 2020. She is involved in the monitoring and management of reintroduced bare-faced curassows, red-and-green macaws, and collared peccaries.
Fabián joined Fundación Rewilding Argentina in 2017. He coordinates Carambola’s wildlife reintroduction projects, including the giant anteater and the collared peccary. He also coordinates prescribed burnings and alien species control in that portal.
Juan Cruz joined Fundación Rewilding Argentina in 2020. He coordinates the wildlife reintroduction projects in San Nicolás, including the giant anteater and the collared peccary.
Augusto joined Fundación Rewilding Argentina in 2018. He coordinates Rincón del Socorro’s wildlife reintroduction projects, including the pampas deer, giant anteater, collared peccary and red-legged seriema. He also plans and carries out prescribed burnings, and controls invasive alien species.
Hernán joined Fundación Rewilding Argentina in 2022. He is responsible for controlling exotic animals such as feral pigs in Rincón del Socorro.
Luciano joined Fundación Rewilding Argentina in 2023. He collaborates with the monitoring and management of the wildlife reintroduction projects in Rincón del Socorro, including the pampas deer, ocelot, giant anteater, the collared peccary.
Daniel joined Fundación Rewilding Argentina in 2023. He manages the red-and-green macaw, bare-faced curassow and collared peccary quarantine facilities. He is also responsible for training the red-and-green macaws before they are released.
Nicolás is originally from Mercedes, Corrientes. He is a veterinarian and joined Rewilding Argentina in 2022. He is responsible for maintaining institutional relationships with livestock and forestry producers surrounding Iberá Park. This is to inform them about reintroduction projects, with a focus on the jaguar, and to ensure a permanent connection with them.
Candela joined Fundación Rewilding Argentina in 2023. She monitors and manages species, such as the bare-faced curassow, the red-and-green macaw, the giant anteater, and the collared peccary, at Portal Yerbalito.
Delfina joined Fundación Rewilding Argentina in 2022. As a pilot, she is responsible for aerial operations, including flying our team and wildlife to remote areas and monitoring flights.
Graciela joined Fundación Rewilding Argentina in 2021 to work in the operations team at San Alonso Island. Native of Paraje Caimán (Corrientes), she has been in contact with nature since she was a little kid.
Marisi López es correntina, y licenciada en Relaciones Públicas. En 2005 se suma al equipo de Tompkins Conservation para trabajar en el Parque Iberá. A lo largo de los años ha desempañando diferentes roles que le han otorgado una mirada abarcativa del proyecto. Actualmente lidera el proceso de apertura y donación de portales turísticos y uso público del Parque Iberá, generando alianzas estratégicas con actores políticos locales. Marisi es la referente ante la prensa, la sociedad civil y actores de la comunidad.
Pascual Pérez es correntino nacido en Mburucuyá, tierra del chamamé y del Parque Nacional Mburucuyá. Su curiosidad y amor por la naturaleza desde pequeño, sumados a su afinidad con los caballos y manejo del idioma guaraní, le han permitido desempeñarse con soltura en el Iberá profundo desde 2007 hasta 2016, pudiendo llegar a los corazones de pobladores locales y haciéndolos parte de los proyectos de la Fundación. Trabajó en la Administración de Parques Nacionales aportando sus conocimientos sobre Iberá antes de reincorporarse al equipo de Fundación Rewilding Argentina en 2022 para desempeñarse como Coordinador del Portal Carambola.
Nacida en Corrientes, Agustina se formó en turismo y hotelería. Trabajó en diversos proyectos de turismo de naturaleza hasta el año 2018, cuando se unió al equipo de desarrollo del uso público del Parque Nacional Iberá en Parques Nacionales. Convencida de que el turismo de naturaleza es una herramienta para la conservación, en el año 2023 se unió al equipo de Rewilding Argentina, donde trabaja para impulsar economías locales restaurativas en torno al Gran Parque Iberá.
Nicolás es oriundo de Mburucuyá, Corrientes. Criado en el pueblo, se ha relacionado desde muy chico con los caballos y el trabajo rural. Maneja el idioma guaraní y es brigadista de incendios. En 2022 se unió a Rewilding Argentina, donde coordina la logística y tareas generales de mantenimiento de instalaciones, recorridas de los potreros y abastecimiento.
Marcos es oriundo de Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes. Es técnico en producción agropecuaria y desde el año 2022 forma parte del equipo de Rewilding Argentina. Actualmente es el anfitrión del camping Carambolita y otras áreas destinadas al turismo de naturaleza.
Magno es oriundo de Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes, pero pasó gran parte de su infancia en el Paraje Ñupy, estero adentro. Domina el guaraní y las artes relacionadas a los caballos y el botador. Se unió a Rewilding Argentina en 2022, donde se encarga de la vigilancia de la reserva natural, el control de especies exóticas y el mantenimiento y buen estado de alambrados, tareas que realiza en recorridas a caballo.
Tomás es nacido y criado en Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes. Su pasión por la danza folclórica y la cultura correntina, su experiencia en trabajos rurales y su manejo del idioma guaraní resaltan el aspecto cultural ibereño que caracteriza al Portal Carambola. Se unió a Rewilding Argentina en 2023, para ser anfitrión del camping Carambolita, el refugio Lechuza Cuá y otras áreas destinadas al turismo de naturaleza.
Mauricio nació y creció en Mburucuyá, Corrientes. Su experiencia como brigadista de incendios, albañilería y manejo de maquinaria lo hacen un excelente encargado de mantenimiento general y de cortafuegos del Portal Carambola. Se unió a Rewilding Argentina en 2023.
Jorge nació en San Miguel, Corrientes. Desde chico es un apasionado del campo y ha trabajado como peón rural en establecimientos de la zona. Se caracteriza por su manejo del idioma guaraní y por ser amansador de caballos, un trabajo que requiere paciencia y dedicación. Gran conocedor de los esteros, se unió en el 2023 a Rewilding Argentina para aportar sus conocimientos en el manejo y operaciones del Puesto Sofía.
Miguel es baqueano, nacido y criado en el Paraje Carambola de los Esteros de Iberá, Corrientes. Un gran conocedor del humedal, ha mantenido sus tradiciones y su lengua nativa, el guaraní. Se unió a Rewilding Argentina en 2022 y sus responsabilidades incluyen la vigilancia de la reserva natural, el control de especies exóticas y el mantenimiento y buen estado de alambrados, tareas que realiza en recorridas a caballo.
Pedro es guía baqueano oriundo del Paraje Carambola, en los Esteros de Iberá, Corrientes. Un gran conocedor del humedal, mantiene su lengua nativa, el guaraní, y sus tradiciones y costumbres. Se unió a la Fundación en el año 2008. Sus responsabilidades incluyen tareas generales de operaciones y logística, mantenimiento de instalaciones, recorridas de los potreros, abastecimiento para puestos
Donato es oriundo de Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes, y desde siempre ha estado vinculado al estero, domina el guaraní y las artes relacionadas a los caballos y el botador. Se unió a la Fundación en 2010. Sus responsabilidades incluyen la vigilancia en la reserva natural, el control de especies exóticas y el mantenimiento del buen estado de los alambrados, tareas que realiza en recorridas a caballo y en canoa.
Juan es oriundo de Concepción del Yaguareté Corá, en Corrientes, y fue criado en el campo, lo que le permitió dominar el traslado a caballo y canoa desde joven. Se unió a la Fundación en el año 2020. Juan mantiene las relaciones institucionales con las comunidades de Carambola y Ñupy, asegurando un vínculo permanente con los pobladores, a quienes informa, mayormente en lengua guaraní, sobre los avances y novedades de los proyectos de reintroducción.
Gustavo se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2005. Es responsable del ingreso de individuos a los proyectos de reintroducción de especies, manteniendo una amplia red de contactos que incluyen a autoridades gubernamentales de fauna, zoológicos y centros de rescate en Argentina y el exterior.
Juampi se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2017. Es responsable del diseño y construcción de corrales de presuelta, manejo y entrenamiento de los proyectos de reintroducción de fauna en Iberá e Impenetrable.
Carito se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2015. Es responsable veterinaria de los ejemplares que ingresan a la cuarentena de San Cayetano y de los ejemplares que son liberados en Rincón del Socorro, San Alonso y Carambola.
Valentina se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2020. Es responsable veterinaria de los ejemplares de fauna que ingresan a la cuarentena de Paso de la Patria y de los ejemplares que son liberados en Cambyretá, Yerbalito y San Nicolás.
Sebastián se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2022. Es responsable de la comunicación a través de las redes sociales y de colectar material audiovisual y armar contenidos para comunicar los proyectos de reintroducción de fauna en Iberá.
Fede se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2019. Es responsable del diseño y construcción de cajas y tráileres para el transporte de animales, así como de la construcción de corrales de cuarentena.
Alicia se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2006. Es responsable de la gestión de la cuarentena de yaguaretés y nutrias gigantes, y del Centro de Rescate de Osos Hormigueros ubicados en San Cayetano.
Gichi se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2006. Está involucrada en el cuidado de ejemplares de yaguareté y nutria gigante en la cuarentena de San Cayetano, y de los ejemplares de oso hormiguero gigante que arriban al Centro de Rescate de Osos Hormigueros.
Roge se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2016. Está involucrado en el cuidado de ejemplares de yaguareté y nutria gigante en la cuarentena de San Cayetano, y de los ejemplares de oso hormiguero gigante que arriban al Centro de Rescate de Osos Hormigueros.
Barbi se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2021. Está involucrada en el cuidado de ejemplares de pecarí de collar, muitú, chuña de patas rojas y guacamayo rojo en la cuarentena de Paso de la Patria, así como del entrenamiento de guacamayos previo a su liberación.
Magalí se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2016. Es responsable de coordinar los trabajos de reintroducción de especies en San Alonso (Parque Iberá, Corrientes) los cuales incluyen al venado de las pampas, oso hormiguero gigante, pecarí de collar, yaguareté y nutria gigante. También se encarga de coordinar los trabajos de planificación y realización de quemas prescriptas y de control de exóticas invasoras (cerdo cimarrón y paraíso).
Matías se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2019. Es responsable del manejo de los ejemplares de nutria gigante ingresados al proyecto de reintroducción de esta especie.
Pablo se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2019. Está involucrado principalmente en el monitoreo y manejo de los ejemplares reintroducidos de venado de las pampas, oso hormiguero gigante y pecarí de collar.
Héctor se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2013. Es responsable de la logística, operaciones, así como de la realización de quemas prescriptas en San Alonso.
Carlín se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2018. Está involucrado en la logística y operaciones en San Alonso.
Victor se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2019. Es el responsable del control de fauna exótica como cerdos cimarrones y paraísos en San Alonso y de asistir en la realización de quemas prescriptas.
Pipa colabora con el monitoreo de impactos ecológicos de los yaguaretés liberados en San Alonso a través de la Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CEIBA).
Mane se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2014. Es responsable de coordinar los trabajos de reintroducción de especies en Cambyretá y Yerbalito, los cuales incluyen al muitú, guacamayo rojo y pecarí de collar.
Sofía se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2020. Está involucrada en el monitoreo y manejo de los ejemplares reintroducidos de muitú, guacamayo rojo y pecarí de collar.
Fabián se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2017. Es responsable de coordinar los trabajos de reintroducción de especies en Carambola, los cuales incluyen al oso hormiguero gigante y pecarí de collar. También se encarga de coordinar los trabajos de planificación y realización de quemas prescriptas y de control de exóticas invasoras (cerdo cimarrón y paraíso).
Juan Cruz se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2020. Es responsable de coordinar los trabajos de reintroducción de especies en San Nicolás (Parque Iberá, Corrientes) los cuales incluyen al oso hormiguero gigante y pecarí de collar.
Augusto se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2018. Es responsable de coordinar los trabajos de reintroducción de especies en Rincón del Socorro, los cuales incluyen al venado de las pampas, oso hormiguero gigante, pecarí de collar y chuña de patas rojas. También se encarga de coordinar los trabajos de planificación y realización de quemas prescriptas y de control de exóticas invasoras (cerdo cimarrón, ciervo axis, paraíso y ligustro).
Hernán se unió a Rewilding Argentina en el año 2022. Es el responsable del control de fauna exótica, como cerdos cimarrones, ciervos axis y ciervos colorados, en el núcleo Rincón del Socorro.
Luciano se unió a Rewilding Argentina en el año 2023. Está involucrado en el monitoreo y manejo de aguarás guazús, pumas, venados de las pampas, ocelotes, osos hormigueros gigantes y pecaríes de collar.
Daniel se unió a Rewilding Argentina en el año 2023. Es responsable de la cuarentena de guacamayo rojo y de muitú, además de la cuarentena de pecarí de collar. También es responsable del entrenamiento de los guacamayos rojos antes de ser liberados.
Nicolás es de Mercedes, Corrientes. Es veterinario y se unió a Rewilding Argentina en el año 2022. Allí se encarga de mantener relaciones institucionales con productores ganaderos y forestales que rodean al Parque Iberá, a fin de informar sobre los proyectos de reintroducción, con especial énfasis en el yaguareté, y asegurar un vínculo permanente con ellos.
Candela se unió a Fundación Rewilding Argentina en el año 2023. Está involucrada en el monitoreo y manejo de especies en el Portal Yerbalito, entre ellas el muitú, guacamayo rojo, oso hormiguero gigante y pecarí de collar.
Delfina se unió a Fundación Rewilding Argentina en 2022. Es piloto y responsable de nuestras operaciones aéreas, que abarcan vuelos de monitoreo y traslados seguros de personal, fauna y equipos hacía áreas remotas y de difícil acceso.
Graciela se unió a la Fundación en el año 2021 y forma parte del equipo de operaciones y logística de la Isla San Alonso. Graciela es oriunda del Paraje Caimán (Corrientes) y desde muy pequeña ha estado en contacto directo con la naturaleza.
Nativa de Perito Moreno, Santa Cruz, Rocío es una activista comprometida con la tierra y las comunidades. Su formación en artes y su experiencia en espacios culturales y movimientos ecologistas la llevaron a unirse a Rewilding Argentina en 2018, inicialmente a cargo de la comunicación local del proyecto. Actualmente dirige relaciones institucionales con las comunidades adyacentes, forjando alianzas para la preservación ambiental.
Oriundo de Buenos Aires, desde 2016 Horacio se desarrolla como fotógrafo y realizador de videos para proyectos relacionados con la sustentabilidad, el trabajo social y el apoyo al cuidado y la conservación de la naturaleza. Desde 2021 colabora con la generación de material y contenido para comunicar los programas de Parque, Turismo y Comunidades del Proyecto Patagonia.
Emanuel es técnico guardaparque egresado de la Universidad Nacional de Misiones. Comenzó a vincularse con Rewilding Argentina como voluntario del proyecto de reintroducción del oso hormiguero gigante en Iberá en el año 2012. En el año 2013 comenzó a trabajar como asistente de campo en ese mismo proyecto, y en 2014 quedó a cargo de la coordinación de los proyectos de reintroducción de osos hormigueros, venados de las pampas, pecaríes de collar y tapires en Rincón del Socorro. En 2018 se trasladó a la provincia de Santa Cruz para coordinar los proyectos de restauración ecológica en el Parque Patagonia.
El Turco proviene de una familia pionera en la región noroeste de Santa Cruz. Se unió a Rewilding Argentina en el año 2018. Es responsable de colectar material audiovisual y crear contenidos para comunicar los proyectos del programa de restauración ecológica del Parque Patagonia.
Felipe se unió a Rewilding Argentina en 2021 en el Proyecto El Impenetrable, en la provincia de Chaco. En 2023 se mudó a la estepa del Parque Patagonia, en Santa Cruz, para asistir en tareas de logística y mantenimiento en la Estación Biológica El Unco.
Hernán fue voluntario en varios proyectos de Iberá, en Corrientes, antes de mudarse a Chaco y convertirse en el coordinador de operaciones del Portal Los Palmares del Proyecto El Impenetrable. En 2023 se trasladó a Santa Cruz para coordinar las operaciones de la Estación Biológica El Unco del Parque Patagonia Argentina.
Nacido en la provincia de La Pampa, Matías fue voluntario en el Proyecto Patagonia en el año 2018. En 2021 se unió al equipo de conservación del proyecto, donde actualmente se desempeña como técnico de campo en el proyecto de conservación del puma.
Nació en la provincia de Mendoza y se formó como Técnico en Conservación de la Naturaleza. Fue voluntario en el Proyecto Patagonia durante dos meses, antes de comenzar a trabajar como técnico de campo en el proyecto de control de especies exóticas, monitoreo de zorros y choiques.
Marcos nació en la provincia de San Luis y es ingeniero en recursos naturales. En 2021 se sumó al proyecto de conservación del huemul en El Chaltén. Actualmente trabaja en la Estación Biológica El Unco con tres especies: chinchillón anaranjado, coipo y gallineta austral.
Mariana es bióloga egresada de la Universidad Autónoma de Baja California en México. Fue voluntaria en el Proyecto Iberá en 2017 y, en 2022, en proyectos de reintroducción y monitoreo de fauna en los proyectos El Impenetrable y Patagonia. Actualmente trabaja analizando datos de los proyectos de restauración ecológica en Patagonia y Patagonia Azul.
Fernando es oriundo de Guadalupe Norte, provincia de Santa Fe. Mientras cursaba la carrera de Ingeniería Eléctrica aprovechaba su tiempo libre para hacer trabajo voluntario en diversos proyectos de Iberá. Desde el año 2022 forma parte del equipo de sendas del Parque Patagonia.
Matías se crió en Guadalupe Norte, Santa Fe. En 2020 fue voluntario en el Proyecto de Reintroducción del Guacamayo Rojo en el Parque Iberá. Tiempo después, se sumó definitivamente al equipo de Rewilding Argentina, donde contribuyó con su alegría y entusiasmo característicos a diversos proyectos. Actualmente forma parte del equipo de sendas del Parque Patagonia.
Georgi nació en Buenos Aires. En el año 2022 se sumó al equipo de uso público y hostería La Posta de Los Toldos del Parque Patagonia, donde el trabajo en contacto con la naturaleza le enseñó a disfrutarla y apreciar la importancia de cuidarla.
Juli es oriunda de Córdoba. Se formó como Guía de Turismo y Trekking; participó del primer programa de voluntariado del Parque Patagonia y en el año 2017 comenzó a trabajar con voluntarios en tareas de restauración del ecosistema. Realizó relevamientos en distintos proyectos de Rewilding Argentina antes de unirse al equipo de Uso Público del Parque Patagonia en el año 2023.
A native of Perito Moreno in Santa Cruz, Rocío, is an activist committed to the land and the communities. Her training in the arts and her experience in cultural spaces and environmental movements led her to join Rewilding Argentina in 2018, initially to manage the project’s communication. She currently directs institutional relations with local communities, forging alliances for environmental preservation.
Born in Buenos Aires, Horacio has been a photographer and filmmaker for sustainability, social affairs, and nature conservation projects since 2016. Since 2021, he has collaborated with generating content to communicate the Park, Tourism, and Communities programs of Patagonia Park, Argentina.
Emanuel is a park ranger who graduated from the National University of Misiones. In 2012, he volunteered at Rewilding Argentina’s giant anteater reintroduction project in Ibera. The following year, Emanuel became a field assistant in that same project. In 2014, he started coordinating the reintroduction projects for anteaters, pampas deer, collared peccaries, and tapirs in Rincón del Socorro. In 2018, he moved to the province of Santa Cruz to manage Patagonia Park Argentina’s ecological restoration program.
«Turco» comes from a family of pioneers in the northwestern region of Santa Cruz. He joined Rewilding Argentina in 2018 to collect audiovisual material and create content to communicate the projects of the Patagonia Park ecological restoration program.
Felipe joined Rewilding Argentina in 2021 when he worked at the El Impenetrable project in the province of Chaco. In 2023, he moved to the steppe of Patagonia Park in Santa Cruz to assist in logistics and maintenance tasks at El Unco Biological Station.
Hernán volunteered in several Iberá projects in Corrientes before moving to Chaco and becoming Portal Los Palmares’ operations manager in the El Impenetrable project. In 2023, he moved to Santa Cruz to coordinate the operations of Patagonia Park’s El Unco Biological Station.
Matías was born in the province of La Pampa. He was a volunteer at the Patagonia Project in 2018. In 2021 he joined the project´s conservation team, where he currently works as a field technician in the puma conservation project.
Brian was born in the province of Mendoza and trained as a Nature Conservation Technician. Prior to working as a field technician, he volunteered for two months at the Patagonia Project. Currently, he is involved in the exotic species control project, where he monitors foxes and lesser rheas.
Marcos was born in the province of San Luis and he is a natural resources engineer. In 2021 he joined the huemul conservation project in El Chaltén. He currently works at the El Unco Field Station with three species: Wolffsohn’s viscacha, coypu and austral rail.
Mariana is a biologist who graduated from the University of Baja California in Mexico. She volunteered for the Iberá project in 2017 and contributed to fauna reintroduction and monitoring projects in El Impenetrable and Patagonia in 2022. Currently, she analizes data from ecological restoration initiatives in Patagonia and Patagonia Azul.
Fernando is a native of Guadalupe Norte, Santa Fe province. While studying Electrical Engineering, he used his free time to volunteer in various Iberá projects. Since 2022, he has been part of the Patagonia Park trail team.
Matías grew up in Guadalupe Norte, Santa Fe. In 2020, he volunteered at the Red-and-Green Macaw Reintroduction Project in Iberá Park. Later, he joined the Rewilding Argentina team, where he contributed with his characteristic joy and enthusiasm to various projects. He is currently part of Patagonia Park’s trail team.
Georgi was born in Buenos Aires. In 2022, she joined the public use and lodge team in Parque Patagonia, Argentina, where working in contact with nature taught her to enjoy and appreciate the importance of caring for it.
Juli is originally from Córdoba. She trained as a Tourism and Trekking Guide, participated in the first Patagonia Park volunteer program, and in 2017, she began working with volunteers on ecosystem restoration tasks. Before joining the Patagonia Park Public Use team in 2023, she conducted surveys in different Rewilding Argentina projects.
El yaguareté (Panthera onca) es el mayor felino de América y uno de los mamíferos más amenazados de Argentina, con una población estimada en 200 a 250 individuos en 2018. La especie se extinguió de la provincia de Corrientes a mediados del siglo XX debido a la cacería, la modificación del ambiente y la pérdida de sus presas naturales.
El yaguareté es una especie esencial para mantener la salud y la integridad de los ecosistemas silvestres, además de tener el potencial de convertirse en un atractivo de primer orden para los turistas que visitan Argentina en busca de su fauna silvestre y paisajes naturales.
El Parque Iberá reúne las mejores condiciones para llevar a cabo un proyecto de reintroducción de esta especie en el país porque cuenta con abundantes presas en un hábitat apto y la sociedad correntina apoya el retorno de este felino emblemático a la provincia.
El yaguareté fue declarado Monumento Natural en las provincias de Salta, Jujuy, Misiones y Chaco, y en Argentina en 2001.
Con una extensión de 1,3 millones de hectáreas, la Reserva Natural Iberá representa una oportunidad única para recuperar a este grandioso animal. Después de tres décadas de trabajo en conservación, esta reserva alberga grandes poblaciones de carpinchos, yacarés y ciervos de los pantanos que van a necesitar del rol regulador de un gran predador para mantener su salud a largo plazo.
Un estudio de un investigador del CONICET muestra que dentro del Iberá existe una superficie cercana a las 650 mil hectáreas donde los yaguaretés podrían vivir con abundante comida y mínimo contacto con los humanos y su ganado. Hay pocos lugares en América que reúnan tanto territorio apto para esta especie.
Un estudio realizado por una investigadora correntina muestra que el 95% de los correntinos, independientemente de su origen geográfico, apoya el retorno de la especie al Iberá. Más allá de este estudio, en conversaciones sobre este tema hemos detectado un sorprendente nivel de entusiasmo hacia la idea de recuperar la especie por parte de habitantes locales, estancieros, autoridades locales, empresarios turísticos y legisladores. Parece claro que los correntinos consideran al yaguareté no sólo como una parte importante de su patrimonio natural y cultural, sino también como una fuente potencial de riqueza y empleo a través del turismo de naturaleza.
El gobierno correntino y diferentes ONGs llevan más de veinte años trabajando por la conservación del Iberá. En lo que se refiere a la reintroducción de fauna localmente extinta, Rewilding Argentina lleva numerosos años trabajando para devolver la presencia del oso hormiguero y el venado de las pampas al interior del Iberá. Esto implica un compromiso financiero y organizativo de larga duración que se da en pocos lugares de la Argentina. Además, este compromiso ha permitido que la zona cuente con un grupo de profesionales con experiencia práctica en este tipo de proyectos. Como resultado de estos esfuerzos, ya existen nuevas poblaciones de venado de las pampas, oso hormiguero y pecarí de collar en el Iberá. Adicionalmente, en lo que respecta al yaguareté, se cuenta con la asesoría y el apoyo de algunos de los mejores expertos procedentes de Argentina y de otros países.
El yaguareté, jaguar o tigre es el mayor felino de América. Históricamente se distribuía por todo el centro y norte argentino, habitando selvas, montes, pastizales y bañados hasta el río Negro en la Patagonia.
Durante los últimos siglos esta especie ha sufrido una dramática reducción de su distribución a unos pocos lugares del país. En Corrientes todavía se veían yaguaretés a mediados del siglo pasado, y en la región del Iberá aún viven personas que recuerdan cuando compartían el territorio con él.
En Argentina actualmente quedan solo tres poblaciones separadas de yaguareté en las ecorregiones de las Yungas, el Chaco y la Selva Paranaense. Todas estas poblaciones se enfrentan al grave peligro de desaparecer en las próximas décadas, lo que implicaría la total extinción de uno de los animales más bellos y emblemáticos de la Argentina.
Frente a esta situación, el Parque Iberá en Corrientes se destaca por reunir las que se estima que son las mejores condiciones en toda América para restaurar una población desaparecida de esta especie. Esto se debe a la existencia de 1.300.000 hectáreas de tierras protegidas que albergan extensas áreas despobladas de personas y ganado, y que además cuentan con abundantes animales silvestres que pueden sustentar una población de yaguaretés a largo plazo.
Sentido moral: La desaparición de una especie es una tremenda pérdida para cualquier sociedad, más aún cuando ésta es una de las más llamativas y emblemáticas. No existe una sola de las grandes religiones o de los grandes sistemas éticos mundiales que justifique la extinción de una especie por culpa de las actividades humanas.
Sentido cultural: El yaguareté forma parte esencial de la cultura del norte argentino. Su propio nombre tiene origen guaraní y el animal aparece como protagonista de innumerables leyendas, cuentos y canciones. En la provincia de Corrientes hay varias localidades que todavía usan el nombre yaguareté, como es el caso de Concepción de Yaguareté Corá en la región de Iberá. La desaparición de esta especie del acervo cultural correntino implica una pérdida enorme que empobrece nuestro idioma y nuestra apreciación de los paisajes silvestres y las costumbres de campo. Sin él desaparece buena parte de la magia de lo salvaje, junto con la humildad, el respeto y la reverencia con los que las personas se han aproximado tradicionalmente a la Naturaleza.
Sentido ecológico: El yaguareté es el mayor depredador natural de los ecosistemas correntinos, cuya salud depende de su presencia. Esto se explica porque al alimentarse de animales como carpinchos, ciervos o yacarés, y al eliminar habitualmente a los animales más débiles y enfermos, evita que sus poblaciones crezcan en exceso y sucumban a hambrunas o enfermedades catastróficas. Además de esto, los yaguaretés controlan las poblaciones de otros predadores de menor tamaño, como los zorros o los gatos de monte, lo que favorece la conservación de poblaciones de aves o pequeños animales silvestres y domésticos. Numerosos estudios internacionales han mostrado la importancia de los «predadores tope», como es el caso del yaguareté, para mantener la máxima riqueza y diversidad de los ecosistemas naturales.
Sentido económico: Al ser uno de los animales más hermosos del continente y provocar reacciones de maravilla y misterio ante la gente, el yaguareté se convierte en un atractivo turístico de primer rango, comparable con la experiencia de ver las cataratas de Iguazú, o el glaciar Perito Moreno. En sitios donde hay una población importante de yaguareté, como es el caso del Pantanal brasileño, decenas de miles de turistas visitan el área anualmente con la esperanza de ver a este gran felino. Igualmente, en África y Asia los turistas invierten grandes sumas de dinero para poder ver animales similares como el león, el leopardo o el tigre. En Estados Unidos se reintrodujeron los lobos—otro gran carnívoro silvestre carismático—dentro del Parque Nacional de Yellowstone durante los años 90. Al principio se pensó que los visitantes apenas iban a ver los lobos, pero luego se comprobó que más de 100 mil personas lograban verlos cada año. Se estima que el incremento de visitación de turistas asociado a estos avistamientos implica ingresos añadidos anuales para la región de entre 32 y 85 millones de dólares norteamericanos.
Sentido legal y de política pública: El yaguareté es Monumento Natural Nacional y está oficialmente catalogado como especie en peligro de extinción para la Argentina. La convención de biodiversidad, firmada por la Argentina, urge a los estados signatarios a adoptar «medidas destinadas a la recuperación y rehabilitación de las especies amenazadas y a la reintroducción de éstas en sus hábitats naturales en condiciones apropiadas». Dentro de este marco, el establecimiento de una población sustentable de yaguaretés en Iberá representaría un enorme aporte para la conservación de la especie en todo el país, y para asegurar la continuidad genética de las tres poblaciones que todavía quedan en Argentina.
En 2023, doce vecinos y vecinas del yaguareté compartieron historias sobre sus experiencias de encuentro con el gran felino, que reivindican el regreso del depredador tope a los esteros del Iberá y los beneficios que genera para el ecosistema y la cultura locales.
The jaguar (Panthera onca) is the largest feline in the Americas and one of the most threatened mammals in Argentina, with a population estimated at 200-250 individuals in 2018. The species became locally extinct in Correnties in the mid twentieth century due to hunting, alterations to the environment, and the lack of prey.
The jaguar is a key species to maintain the health and integrity of wild ecosystems in addition to its great potential as a first-class tourist attraction for wildlife-and-natural-landscape-seeking visitors to Argentina.
Iberá Park is the best place in the country to carry out a jaguar reintroduction project because there is plentiful prey and ideal habitat. In addition, the people of Corrientes are in favor of the return of this emblematic feline to the province.
The jaguar was declared a natural monument in the provinces of Salta, Jujuy, Misiones, and Chaco, and in Argentina in 2001.
With an area of 1.3 million hectares, the Iberá Natural Reserve presents an unparalleled opportunity to recover this great feline. After three decades of conservation work, this reserve is home to populations of capybaras, caimans, and marsh deer that are going to require the regulatory role of a large predator to maintain healthy populations in the long term.
A study by a CONICET researcher shows that Iberá has a patch of almost 650,000 hectares where jaguars could live with plentiful food and minimal human and livestock contact. There are few places in the Americas with so much jaguar-suitable territory.
A study conducted by a researcher from Corrientes shows that 95% of residents, regardless of their origin, are in favor of the jaguar’s return. Beyond this study, in day-to-day conversations on the topic we find a surprising level of enthusiasm for recovering the species among local residents, ranchers, local authorities, tourism entrepreneurs, and legislators. It appears that people from Corrientes consider the jaguar not just an important part of their natural and cultural heritage, but also a potential source of income and employment through nature-based tourism.
The government of Corrientes and different NGOs have been working on conservation in Iberá for more than twenty years. In terms of locally extinct wildlife, Rewilding Argentina has been working for many years to reintroduce the giant anteater and the pampas deer to Iberá. This involves a long-term financial and organizational commitment seen in few places in the country, which has allowed this area to rely on a group of professionals with practical experience. As a result, there are now new populations of pampas deer, giant anteaters, and collared peccaries in Iberá. Additionally, in the case of the jaguar, we have the advice and support of some of the best experts from Argentina and beyond.
The jaguar is the largest feline in the Americas. It was historically distributed all over central and northern Argentina, living in jungles, forests, grasslands, and marshes to the Negro River line in Patagonia.
Over the last centuries, this species has suffered a dramatic distribution reduction, to just a few locations in the country. In Corrientes jaguars were still spotted until the middle of the last century, and in Iberá there are still people who remember sharing territory with jaguars.
Currently in Argentina only three isolated jaguar populations remain in the ecoregions of the Yungas, the Chaco, and the Paraná Jungle. All of these populations are in grave danger of disappearing in the next decades, which would cause the extinction of one of Argentina’s most beautiful and emblematic animals.
In light of this situation Iberá Park in Corrientes is notable for having probably the best conditions in the Americas for restoring a jaguar population. These conditions include that it is a vast, protected, nearly uninhabited area of 1.3 million hectares with no livestock, and abundant wildlife that can sustain a population of jaguars in the long term.
Moral significance: The disappearance of a species is a tremendous loss for any society, and even more so when the species in question is one of the most striking and emblematic. Not a single one of the world’s great religions or ethical systems justifies the extinction of a species due to human activities.
Cultural significance: The jaguar forms an essential part of the culture of northern Argentina, where it is the main character of many local legends, stories, and songs. The name yaguareté, which gives us the word “jaguar,” comes from Guaraní (the indigenous language of this area). Several towns of Corrientes incorporate the jaguar in their names, as in the case of Concepción de Yaguareté Corá in the Iberá region. The disappearance of this species from the cultural heritage of Corrientes represents a tremendous loss that weakens our language, our appreciation of wild landscapes, and the customs of this land. Without the jaguar, we lose much of the magic of the wild, along with the humility, the respect, and the reverence with which locals have traditionally approached nature.
Ecological significance: The jaguar is the largest natural predator of the ecosystems in Corrientes, the health of which depends on its presence. By feeding upon animals such as capybaras, deer, or caimans, and upon habitually culling the sickest and weakest of their species, it prevents overpopulation, which would lead to famines and catastrophic illnesses. In addition, jaguars control the populations of smaller predators like foxes and mountain lions, which helps protect birds, small wildlife, and domestic animals. Many international studies have shown the importance of apex predators such as the jaguar to maintain richness and diversity of natural ecosystems.
Economic significance: As one of the most beautiful animals on the continent, which causes awe and wonder, the jaguar becomes a first-rate tourism attraction, comparable with seeing the Iguazú Waterfalls or the Perito Moreno Glacier. In places where there is a significant jaguar population, as is the case in the Brazilian Pantanal, tens of thousands of tourists visit the area annually in hopes of catching a glimpse of this great feline. In Africa and Asia tourists invest large sums of money to see similar animals like the lion, leopard, and tiger. In the United States, wolves—another charismatic wild carnivore—were reintroduced in Yellowstone National Park in the 1990s. At the beginning it was assumed that visitors would barely see them, but it was later found that more than one hundred thousand visitors spot them yearly. It is estimated that the increase in tourism associated with these sightings leads to an annual revenue increase of from thirty-two to eighty-five million dollars for the region.
Legal and public policy significance. Jaguars are a National Natural Monument and are listed as an endangered species in Argentina. The biodiversity convention, which Argentina has signed, urges signatories to adopt “approaches aimed at the recovery and rehabilitation of endangered species and the reintroduction of the same in their natural habitats in appropriate conditions.” Within this framework, establishing a sustainable jaguar population in Iberá would represent an enormous contribution to the conservation of the species throughout the country, and also to ensure the genetic continuity of the three remaining populations in Argentina.
In 2023, twelve neighbors of the jaguar shared stories about their encounters with the fabulous feline. These stories reclaim the return of the Iberá Wetlands’ top predator and the benefits it generates for the local ecosystem and culture.
Valeria joined Rewilding Argentina’s team in 2003. She oversees the foundation’s financials, budgets, and commitments with donors and compliance with current regulations.
Verónica has been part of our team since 2008 when she joined to oversee work affairs and compliance with tax regulations. She also coordinates the team at the office in Buenos Aires.
Marcela has collaborated with the foundation since the very beginning. She’s currently responsible for the foundation’s accounting, balances, and monthly reports.
Since the foundation’s beginning, Elsa has supported team members in the field and assisted the high management. She collaborates with bank affairs, helps with equipment purchases and importations, and specific contracts.
Gladys joined the foundation in 2008. Today, she oversees the foundation’s southern projects payments and incomes, analyzes accounting, and assists in preparing monthly reports.
Ale has worked with the foundation since 2009. He currently coordinates payments and incomes in our northern projects, analyzes accounting registrations, and oversees the accounting of tourist-related ventures.
Andy joined the foundation’s team in 2004. Since then, he has provided support related to administrative procedures for teams in the field and collaborates in our northern projects’ suppliers’ payment system.
Lulo has worked in the foundation since 2019. She assists the payments area and helps analyze accounting registrations.
Cami has worked in the foundation since 2018. She oversees invoicing and the provision of services related to administrative aspects of entrepreneurial work.
Luciano joined Rewilding Argentina in 2019 to support the Human Resources area, assisting in salary liquidation, hiring, and tax analysis.
La gallineta austral (Rallus antarcticus) es un ave que habita en los humedales de la estepa patagónica, mayormente desconocida para la gente local. Se alimenta de invertebrados que encuentra entre los juncales que habita, que recorre caminando o con cortas carreras. En condiciones favorables logra sacar hasta dos camadas de pichones, durante el verano. Muy raramente se la ve volar y en inviernos de bajas temperaturas migra en dirección norte, con destinos poco conocidos.
En el Parque Patagonia Argentina estamos trabajando para recuperar los juncales degradados, de donde la gallineta austral ha desaparecido, para reintroducir individuos y generar nuevas poblaciones. Mediante el monitoreo de gallinetas se espera entender sus rutas migratorias y sus hábitos en Patagonia.
Together with the guanaco, the huemul (Hippocamelus bisulcus) is one of the great herbivores of Patagonia. In the past it populated the Patagonian Steppe, including the Pinturas Canyon, where numerous explorers who traveled through this area noted its presence.
Due to human hunting, competition for food, and diseases introduced by domestic cattle, the huemul has been relegated to hard-to-reach areas of the Andes in the south of Chile and Argentina, where the last 2000 individuals barely survive.
Junto con el guanaco, el huemul (Hippocamelus bisulcus) es el otro gran herbívoro de Patagonia. Habitó en el pasado la estepa patagónica, incluyendo el cañadón del río Pinturas, donde su presencia fue común hasta fines del 1800 como atestiguan numerosos exploradores que recorrieron esta zona.
Debido a una gran presión de caza, a la competencia y a las enfermedades introducidas por el ganado doméstico, el huemul quedó relegado a zonas poco accesibles de la Cordillera de los Andes en el sur de Chile y Argentina, donde a duras penas subsisten los últimos 2000 individuos.
The puma (Puma concolor) is a large feline—it can weigh up to ninety kilos— capable of adapting to different environments and prey, which have allowed it to become the most widely distributed carnivore in the Americas. An excellent ambush hunter, its main prey in Patagonia is the guanaco.
The puma’s presence ensures the appropriate condition and good functioning of the ecosystem by regulating the number of herbivores and medium-sized carnivores, with a positive impact on the flora and fauna of the region. In the Pinturas Canyon we are working to learn about and value the ecological role of this large predator and turn it into an anchor for local development through wildlife observation tourism.
The data obtained from cluster surveys—areas where pumas stay for several hours—suggest that guanacos constitute 72% of this large feline’s diet, followed by the lesser rhea (13%), other species (10%), and domestic sheep (5%), though this last figure corresponds to just five specific pumas.
Keystone species often exert their ecological roles through interaction in the food chain. An apex predator such as the puma—which is at the top of this chain—will determine the distribution and abundance of its prey (the guanaco) thereby indirectly influencing the condition of the vegetation by regulating grazing intensity. This affects the diversity of life in the grasslands, the condition of the soil, and the rate of carbon sequestration through photosynthesis. The puma also subsidizes scavengers such as the Andean condor, which feeds on hunting remains. Pumas also regulate—whether via predation or competition—the number and behavior of medium-sized carnivores such as the gray fox, which then indirectly affects the numbers of that species’ prey. These regulation mechanisms through interactions with the food chain are called trophic cascades. Illustration: Marcelo Canevari. The solid arrows indicate direct relationships while dotted arrows indicate indirect relationships.
A large number of studies show that apex predators such as pumas fulfill fundamental functions of the ecosystems they inhabit. Apex predators help to maintain the abundance and diversity of mammals, birds, reptiles, and invertebrates, in some cases regulating the populations of herbivores, which would otherwise overgraze vegetation, leading to a simplification of the landscape. Grazing intensity can be controlled by decreasing the number of herbivores by predation (trophic cascades). This includes the herbivores’ behavior, as they avoid grazing in areas where they could more easily be hunted. These types of trophic cascades are called “behavior-mediated.” For example in the Andes mountain range in San Juan, Argentina, vicuñas avoid certain areas where the risk of being preyed upon by pumas is high. In these areas, the vegetation prospers and the grasses produce more biomass and seeds, with potential beneficial effects on organisms such as small mammals, birds, and insects who seek shelter and food in this well-preserved vegetation.
Apex predators also regulate the populations of medium-sized predators. When apex predators disappear a phenomenon known as mesopredator release occurs: medium-sized predators such as foxes, Geoffroy’s cats, raccoons, and coatis proliferate the the absence of large carnivores such as pumas and jaguars, applying tremendous predation pressure on their prey, some of which may even disappear. For example, it has been suggested that in Iberá the absence of the jaguar led to the increase in fox population, which over-predated grassland bird nests, such as those of the strange-tailed tyrant.
In addition, apex predators subsidize other animals’ diets, as with scavengers. In areas of the Andes with little human impact, condors feed in large part on the carcasses of vicuñas and guanacos that have been hunted by pumas. Without the availability of carrion, the condor could not subsist, or its population numbers would decline.
At the same time, apex predators are involved in limiting the spread of pathogens, such as viruses and bacterias, and thereby, the diseases they cause. In the eastern United States, the disappearance of apex predators such as pumas and wolves has led to an increase in the coyote population and therefore a decrease in the amount of their prey, including foxes. At the same time, the decreased number of foxes has led to an overproliferation of small mammals that are hosts to the ticks that cause Lyme disease in humans, which can be fatal.
Apex predators’ effect on the trophic cascade also increases vegetation and soil carbon sequestration, and therefore helps to mitigate global climate change. Moose predation by wolves in the northern forests of North America reduces the rate at which the vegetation is grazed. Therefore, trees fix more carbon through photosynthesis and the dead leaves fall to the ground, where microbial activity is slow due to low temperatures. In this way, the organic material decomposes slowly and the carbon is stored in the ground rather than returning to the atmosphere.
It is evident that recovering ecologically effective densities of apex predators is essential to maintain the structure and functioning of ecosystems and to cope with the three major climate crises ravaging the earth, which are biodiversity loss, the emergence of pandemics, and global climate change. It is therefore clear that we must undertake every necessary effort to restore and maintain apex predator populations in their respective habitats.
El puma (Puma concolor) es un gran felino capaz de adaptarse a distintos ambientes y presas, característica que lo ha convertido en la especie de carnívoro con mayor distribución en el continente americano. Puede alcanzar los 90 kilos, y es un excelente cazador de emboscada. Su principal presa en Patagonia es el guanaco.
La presencia del puma determina el buen estado y funcionamiento del ecosistema al regular el número de herbívoros y carnívoros medianos, con un impacto positivo sobre la flora y fauna de la región. En el Cañadón Pinturas estamos trabajando para conocer y poner en valor el rol ecológico de este gran depredador y convertirlo en un aliado para el desarrollo local a través del turismo de observación de fauna.
Los datos obtenidos a través del relevamiento de clústeres —sitios donde los pumas permanecen varias horas— sugieren que el guanaco constituye el 72% de la dieta del gran felino, seguido por el choique (13 %), otras especies (10%) y ganado ovino (5%), este último únicamente en el caso de cinco pumas.
Las especies clave suelen ejercer sus destacados roles ecológicos a través de interacciones en la cadena alimentaria. Un depredador tope como el puma, que se encuentra en la cima de esa cadena, va a determinar la distribución y abundancia de su presa (el guanaco) e indirectamente va a influir en las condiciones de la vegetación al regular la intensidad de pastoreo. De esta forma incide en la diversidad de vida que albergan los pastizales, en el estado del suelo o en la tasa de secuestro de carbono a través de la fotosíntesis. El puma también subsidia a poblaciones de carroñeros como el cóndor andino que se alimentan de los restos de sus presas y, finalmente, regula por depredación o competencia el número y comportamiento de carnívoros medianos como el zorro gris y de esta forma influye indirectamente en la abundancia de sus presas. Estos mecanismos de regulación a través de interacciones en la cadena alimentaria se denominan cascadas tróficas. Ilustración: Marcelo Canevari. Las flechas completas indican relaciones directas y las punteadas, indirectas.
Un importante número de estudios muestra que los depredadores tope como el puma cumplen funciones fundamentales en los ecosistemas que habitan. Los depredadores tope ayudan a mantener la abundancia y diversidad de mamíferos, aves, reptiles e invertebrados, en algunos casos regulando las poblaciones de herbívoros que de otra forma consumen en exceso la vegetación y simplifican el paisaje. La intensidad del pastoreo puede controlarse disminuyendo el número de herbívoros por depredación (es decir a través de cascadas tróficas). También modificando la conducta de los herbívoros y haciendo que estos eviten pastorear en ambientes donde resulta más fácil ser depredados. A estas cascadas tróficas se las denomina “mediadas por el comportamiento”. Por ejemplo, en la Cordillera de San Juan, Argentina, las vicuñas evitan ciertos sectores donde el riesgo de ser atacadas por pumas es muy alto. En estos sectores la vegetación prospera y los pastos producen más biomasa y semillas con potenciales efectos beneficiosos sobre otros organismos como pequeños mamíferos, aves e insectos que obtienen refugio y alimento en esta vegetación bien conservada.
Los depredadores tope también regulan las poblaciones de depredadores medianos. Por eso, cuando los tope desaparecen se produce un fenómeno denominado liberación de los mesopredadores: carnívoros medianos como zorros, gatos monteses, mapaches y coatíes proliferan en ausencia de grandes carnívoros como pumas y yaguaretés, imponiendo altísimas tasas de depredación sobre sus presas, algunas de las cuales pueden incluso desaparecer. Por ejemplo, se ha sugerido que en Iberá la ausencia del yaguareté resultó en un aumento de la abundancia de zorros, quienes depredan excesivamente sobre nidos de aves de pastizal amenazadas, como el yetapá de collar.
Los depredadores tope, además, subsidian con alimento a otras especies, como ocurre con los carroñeros. En zonas de la Cordillera de los Andes poco impactadas por actividades humanas, los cóndores se alimentan en buena medida de las carcasas de vicuñas y guanacos depredados por el puma. Sin esta disponibilidad de carroña el cóndor no podría subsistir, o sus números poblacionales serían notablemente menores.
Asimismo, los depredadores tope están involucrados en limitar la proliferación de patógenos, como virus y bacterias y, por lo tanto, las enfermedades que causan. En el este de Estados Unidos la desaparición de depredadores tope como pumas y lobos ha conducido a un aumento en la abundancia de coyotes y la consecuente reducción del número de sus presas, incluyendo los zorros. A la vez, los bajos números de zorros han provocado la proliferación de pequeños mamíferos que son importantes huéspedes de las garrapatas que contienen la bacteria que causa la enfermedad de Lyme en humanos, que puede ser mortal.
El aumento del almacenamiento de carbono por parte de la vegetación y del suelo y por lo tanto la mitigación del cambio climático global es otro de los servicios provistos por depredadores tope mediante cascadas tróficas. La predación de alces por parte de lobos en los bosques boreales de Norteamérica disminuye la tasa de consumo de la vegetación; de esta forma, los árboles fijan más carbono a través del proceso de la fotosíntesis y las hojas muertas caen al suelo, donde la actividad microbiana es mínima debido a las bajas temperaturas. Así, la materia orgánica sufre menos descomposición y el carbono termina almacenándose en el suelo en vez de volver a la atmósfera.
Es claro que la recuperación de densidades ecológicamente efectivas de depredadores tope es fundamental para mantener la estructura y función de los ecosistemas y para hacer frente a las tres grandes crisis climáticas que asolan a la tierra, como son la pérdida de biodiversidad, la aparición de pandemias y el cambio climático global. Esta información indica que se deben realizar todos los esfuerzos necesarios para restaurar y mantener poblaciones de depredadores tope en sus respectivos hábitats.
El yaguareté (Panthera onca) se encuentra virtualmente extinto en el Chaco argentino. Investigadores especulan que sobreviven entre 15 y 20 individuos en un territorio muy extenso. Los últimos registros de la especie corresponden a machos solitarios, varios de los cuales ya fueron cazados.
El yaguareté es una especie esencial para mantener la salud y la integridad de los ecosistemas silvestres al regular, mediante la depredación, las poblaciones de especies de depredadores medianos y grandes herbívoros, con posibles efectos incluso sobre la vegetación. Además, tiene el potencial de convertirse en un atractivo de primer orden para los turistas que visitan Argentina en busca de su fauna silvestre y paisajes naturales.
En el Parque Nacional El Impenetrable trabajamos desde 2019 en un proyecto para recuperar las poblaciones del yaguareté y así contribuir a revertir su extinción en la región chaqueña argentina.
The bare-faced curassow (Crax fasciolata) is the largest landfowl in Argentina. It once inhabited the northeast of our country, but due to being hunted for meat and changes to the forests where it lived, it disappeared in the provinces of Santa Fe, Corrietes, and Misiones and only survives in small numbers in specific areas of the east of Chaco and Formosa. It is a significant consumer and disperser of fruits and seeds, which helps to regenerate the forests where it lives. We are currently in the initial phase of reintroducing the bare-faced curassow to Iberá Park.
The return of the bare-faced curassow to Corrientes and to Iberá will help to improve the species critical conservation status, to recover its ecological role in forest regeneration in Iberá, and will contribute to local development, helping to further position Iberá as an international tourist destination for wildlife observation.
The bare-faced curassow’s return began in 2019 with the arrival of the first individuals from the Bella Vista Refuge (Foz do Iguaçu, Brazil), which is managed by the Itaipú Binational Company. After quarantine, the birds were brought to Iberá, where they remained during an acclimatizing period in a pre-release aviary. The design of this twelve-meter high enclosure allows sheltering several animals at once and has trees inside where the birds sleep. After a few months of acclimatizing, the birds were released into the reserve.
The released bare-faced curassows are fitted with VHF transmitters which allows for their movements and locations to be monitored from time to time. After a period of exploring their new territory, a few of the birds flew quite far within their forest patches. Two pairs formed and they began to build nests, and then laid eggs, though they did not hatch, which was likely due to parental inexperience.
Soon after, both of the pairs laid eggs again, which hatched in February 2021, resulting in the first three chicks hatched in the project. The chicks soon abandoned their nests but remained close to their parents for several weeks until they could fend for themselves.
In the 2021-2022 reproductive season, the bare-faced curassows laid many clutches, leading to thirteen chicks. However, none of them survived as most fell prey to a small wildcat (Geoffroy’s cat).
Due to the wildfires in the Province of Corrientes in January 2022, we released two juveniles and two pairs of breeding adults in the Yerbalito Reserve, while other juveniles were evacuated to Aguará Center. Once the fires were out, we repaired the pre-release enclosures and returned the juvenile bare-faced curassows. The pairs were also recaptured. Unfortunately, one of the juveniles freed during the fires was preyed upon by another animal.
In the reproductive season of 2022-2023, three pairs have already laid a half a dozen eggs and three chicks have hatched.
We are hopeful that we can bring more individuals from Brazil and Paraguay to consolidate a population nucleus of the species in Iberá.
The bare-faced curassow is considered vulnerable and a species of high conservation priority worldwide. In Argentina the species is considered endangered owing to the drastic population and distribution range decrease, in addition to ongoing threats such as poaching and the loss or degradation of their habitat from selective logging or changes to waterways.
The number of adults is estimated at 2,500. The most viable populations are in gallery forests in the east of Formosa and in isolated, rare groups in the far northeast of Chaco near the Wet Chaco. It is extinct in the rest of its historical range in the provinces of Corrientes, Misiones, and Santa Fe.
The bare-faced curassow lives in forests and neighboring areas, often in gallery forests associated with streams or rivers. It is a mainly fruit-eating species that feeds on fallen fruit, sprouts, and seeds and even flowers and invertebrates. Like other birds in the Cracidae family, the bare-faced curassow can disperse tree seeds with fleshy fruit, especially large ones that cannot be ingested by other birds or mammals. They are also able to process hard seeds, due to the particularities of their digestive tracts. For these reasons they are considered to fulfill a key ecological role of regenerating and restoring forests, which helps maintain their ecological function and biodiversity.
There is evidence that the species lived in the north of the Province of Corrientes. The last records date to thirty or forty years back and cite an area along the Paraná River, close to Ituzaingó—near the Yacretá dam—and in the north of the Ibera Wetlands, near Villa Olivari. While there are no records farther south, it is likely that the species also lived in other sectors of Iberá and Aguapey, which have similar environments of neotropical seasonal dry forests suitable for the species.
Recovering the bare-faced curassow would allow us to increase the population of a species that has lost a large part of its original distribution and recover its ecological role as a forest regenerator. In addition, its reintroduction is an important resource for the wildlife watching-based economy of nature that is already under development in the region.
The first site we chose for release is the Yerbalito gateway in the north of the Iberá Reserve. Yerbalito is home to the largest patches of Paraná Forest in the region, in addition to having grasslands, flooded grasslands, and marshes. These forests are part of the seasonal dry forests that continue onto the Atlantic Forest, westward into the forests of the Wet Chaco and the valleys of the Paraná and Paraguay Rivers, and northward into the forests of eastern Paraguay that include the Ñeembucú, a region similar in many ways to Iberá.
The pampas deer (Ozotoceros bezoarticus) is an herbivore that was abundant in Argentina’s grasslands. Due to hunting, destruction of its environment, and the introduction of pathogens from domestic cattle their numbers have fallen at an alarming rate.
Currently there are only four isolated pampas deer populations totalling 2,000 individuals in the country. In Corrientes there is one such population, located on private land near the Aguapey marshes.
Reintroduced deer in Iberá are now the fifth population nucleus in the country, the third largest, and the largest on protected land.
Until the beginning of the twentieth century, the pampas deer was one of the most abundant and characteristic mammals of the natural grasslands of northern and central Argentina. Chronicles of the 1800s describe them as numbering in the thousands in the vast Argentina pampas, but the dizzying transformation of their natural habitat into livestock and agricultural areas left the deer with almost no place to live.
Currently it is believed that there are some 2,000 individuals spread out among four isolated, remaining populations located in the provinces of Buenos Aires, San Luis, Corrientes, and Santa Fe. The Corrientes deer population is the largest in Argentina of the subspecies O. b. leucogaster, of which there are a few in Santa Fe, but none in the other two provinces. In recognition of its importance, the province declared the deer a Natural Monument of Corrientes, meaning both the animals and their habitat must be protected.
According to studies in Corrientes, the pampas deer’s distribution is limited to the grasslands between the sandy hills bordering the Iberá Wetlands and the Aguapey Marshes. The problem is that the forestry industry has identified this land for planting invasive pines, which are quickly encroaching on the deer’s habitat. In other cases, the presence of dogs or intensive livestock use can scare the deer away. Poaching is also a threat.
If these events continue in the same vein, they could lead to the deer’s disappearance from the area of Aguapey, which would not be the first time, as at the end of the last century a population near Concepción del Yaguareté Corá went extinct after pine and eucalyptus were planted.
The giant river otter (Pteronura brasiliensis) is the largest otter species in the world—it can reach up to 1.8 meters in length. It was the apex predator of Corrientes’ aquatic ecosystems, where it fed on fish and caimans. Until the middle of the twentieth century, it could be seen in the Paraná River, near the provincial capital. Its presence has been confirmed in Iberá on the basis of a skull found on one of its islands. This spectacular mammal is extinct in Corrientes and Argentina.
The bulk of the giant river otter’s diet is made up of fish, although it may also eat crustaceans, mollusks, and land vertebrates such as young caimans, birds, and rodents. Due to its diet, this carnivore tends to be an apex predator in the food chains of the waterways where it lives, which makes it an essential species in these ecosystems.
The giant river otter is considered endangered internationally, critically endangered in most countries where it is present, and considered to likely be extinct throughout Argentina according to the International Union for Conservation of Nature (IUCN). The Argentine Society for Mammal Study (SAREM for its name in Spanish) considers it to be in critical danger of extinction and finds that there are no records of a stable population or adults with steady territories in Argentina in the last thirty years. A combination of factors are probably to blame for the population’s decline, including habitat modification, pollution, poaching, and human-wildlife conflict.
Historically, the species’ distribution was expansive. It included Guyana, Venezuela, and Colombia to the north of Argentina and Uruguay and areas east of the Andes. Currently, most of the giant river otter populations are fragmented through the Pantanal, Brazilian Amazon and areas immediately adjacent, like French Guiana, Suriname, and Guyana. It is also present in Peru, Colombia, Ecuador, Paraguay, and Bolivia.
In Argentina the giant river otter lived in the basins of the Paraná and Uruguay Rivers, including the Iberá Wetlands. It could also be found in the Chaco Region near rivers such as the Bermejo and arrived as far west as Jujuy. The last records of the species date back more than twenty years in the basins of the Iguazú and Paraná Rivers and the Urugua-í stream in the Misiones Province with just one more recent sighting in the upper Iguazú River near the area called the Garganta del Diablo.
In the Province of Corrientes there are records—mainly along the Paraná and Uruguay Rivers—dating to 1993. There are also unconfirmed records in the Ituzaingó and Paso de los Libres Departments. In the Iberá Wetlands, which are connected with the Paraná River via the Corriente River and with the Uruguay River via the Miriñay river, the most well-known record of the species is through a skull found in the Fernández Lagoon. There are also reports of its presence in the area of the Rincón del Diablo, Capitá Miní, Yahaveré, Laguna Itatí Rincón, Laguna Misteriosa, Arroyo Sánchez (a few kilometers north of the town of Colonia Carlos Pellegrini), and in the Miriñay Marshes, west of the town of Tapebicuá.
The absence of apex predators in Iberá, such as the jaguar and the giant river otter, along with their role as regulators of prey species, cause an imbalance in the ecosystem. In addition to the ecological effect that restoring an apex predator would have on the ecosystem, reintroducing the giant river otter also represents another important resource for the ecotourism-based economy of nature being developed in the region. Given the foregoing, and based on the recommended species to reintroduce in Iberá, we propose the project to reintroduce the giant river otter. Together with the jaguar, these two species respectively represent the apex predators of this ecosystem on water and land.
La chuña de patas rojas (Seriema cristata) es un ave principalmente caminadora de sectores abiertos de las regiones chaqueña y del espinal. Se alimenta de lombrices, arañas, insectos y pequeños vertebrados como lagartijas, ofidios y roedores, cuyas poblaciones controla.
La chuña de patas rojas desapareció de amplios sectores del centro y norte del país, incluyendo la provincia de Corrientes, donde sobrevive en el rincón sureste. En Rincón del Socorro (Parque Iberá) comenzó un proyecto experimental de reintroducción de la especie en el año 2018.
Los primeros tres individuos se encuentran en un jaulón de presuelta en la reserva Rincón del Socorro. Dos de ellos formaron pareja y han tenido eventos reproductivos, construyendo un nido e, incluso, haciendo puestas, aunque aún no han habido nacimientos. Se espera sumar más ejemplares para comenzar un núcleo inicial de la especie en ese lugar.
Si bien la especie aún se encuentra presente en Iberá, se pretende ayudar a reforzar dicha población con la reintroducción de poblaciones en zonas del Parque donde se encuentra ausente, como Rincón del Socorro.
El muitú (Crax fasciolata) es el ave galliforme más grande de Argentina. Habitó el noreste de nuestro país pero debido a la caza para obtener su carne y a la modificación de las selvas donde vivía desapareció de las provincias de Santa Fe, Corrientes y Misiones y sólo subsiste en bajas cantidades en sectores localizados del este de Chaco y Formosa. Es un gran consumidor y dispersor de frutos y semillas, ayudando en la regeneración de los bosques que habita. En la actualidad nos encontramos en la fase inicial del proyecto de reintroducción de la especie en el Parque Iberá.
La vuelta del muitú a Corrientes y al Iberá contribuye a mejorar el estado crítico de conservación de la especie, a recuperar su rol ecológico de regenerador de bosques en Iberá y a aportar al desarrollo local y consolidar a Iberá como un destino turístico de nivel internacional para la observación de fauna silvestre.
El retorno del muitú comenzó a gestarse en el año 2019 con el arribo de los primeros individuos del Refugio Bella Vista, ubicado en la localidad de Foz do Iguaçu, Brasil, y gestionado por la empresa Itaipú Binacional. Luego de atravesar los chequeos de cuarentena las aves fueron llevadas a Iberá, donde permanecieron durante un período de aclimatación en un aviario de presuelta. Este recinto de 12 metros de altura fue diseñado para albergar varios ejemplares y cuenta con árboles en su interior que ellos utilizan para dormir. Tras algunos meses de aclimatación, los individuos fueron liberados en la reserva.
Los muitús liberados llevan un transmisor VHF que permite monitorear sus movimientos y ubicaciones periódicamente. Tras una fase de exploración de su nuevo territorio, algunos individuos se desplazaron distancias considerables dentro de los parches de bosque. Dos parejas se consolidaron y comenzaron a construir nidos, tras lo cual pusieron huevos que no lograron eclosionar, probablemente por la inexperiencia de los padres.
Poco tiempo después ambas parejas volvieron a hacer puestas de huevos que eclosionaron en febrero de 2021, cuando nacieron los tres primeros pichones del proyecto. Los pollos enseguida abandonaron el nido y permanecieron con sus padres durante varias semanas hasta que pudieron valerse por sí mismos.
En la temporada reproductiva 2021-2022, los muitús habían realizado varias puestas de las que nacieron 13 pichones. Sin embargo, todos murieron, principalmente depredados por un gato montés.
En enero de 2022, debido a los incendios que azotaron la provincia de Corrientes, en la Reserva Yerbalito se liberaron dos juveniles y dos parejas de adultos reproductores y se debieron evacuar a otros juveniles hacia el Centro Aguará. Pasado el fuego, se repararon los recintos de pre-suelta afectados y se trasladó a los muitús juveniles de regreso. Asimismo, se recapturaron las parejas. Lamentablemente, uno de los juveniles liberados por los incendios fue depredado.
En la temporada reproductiva 2022-2023 tres parejas ya han puesto media docena de huevos y han nacido tres pichones.
Se espera traer más individuos desde Brasil y Paraguay para consolidar un núcleo poblacional de la especie en Iberá.
El muitú se encuentra categorizado como Vulnerable a nivel global y como especie de Alta Prioridad de Conservación. En Argentina la especie se encuentra categorizada En Peligro debido a la drástica reducción de sus poblaciones y de las áreas de ocupación, sumado a la continuidad de las amenazas como la caza furtiva y la degradación o pérdida de hábitat por tala selectiva o alteraciones en los cursos de agua.
Se estima que el número de individuos maduros no supera los 2500. Las poblaciones más viables se encuentran en los bosques en galería del este de Formosa y de manera aislada y escasa en el extremo noreste de Chaco, en la región del Chaco Húmedo. Se encuentra extinto en el resto de su distribución histórica en las provincias de Corrientes, Misiones y Santa Fe.
El muitú habita bosques y zonas aledañas, muchas veces en galería (asociados a riachos o ríos). Es una especie principalmente frugívora que se alimenta de frutos caídos, brotes, semillas e, incluso, de flores e invertebrados. Como otros crácidos, el muitú tiene la capacidad de dispersar las semillas de árboles con frutos carnosos, especialmente aquellos de gran tamaño que no pueden ser ingeridos por otras aves o mamíferos, y son predadoras de semillas duras por la acción digestiva de sus estómagos. Por estas razones se considera que cumple un rol ecológico clave en el mantenimiento de las funciones ecológicas y la biodiversidad de los bosques que habita, pudiendo intervenir en procesos de regeneración y restauración de los bosques.
Existen evidencias de que la especie habitó el norte de la provincia de Corrientes. Los últimos registros datan de unos 30 a 40 años atrás y se ubican a lo largo del río Paraná, cerca de la localidad de Ituzaingó—en la zona de la represa Yacyretá— y en el norte de los Esteros del Iberá —cerca de Villa Olivari—. Si bien no se conocen registros más al sur de la provincia, es probable que la especie haya habitado otros sectores del Iberá y del Aguapey, que cuentan con ambientes similares de bosques secos estacionales neotropicales que son aptos para su desarrollo.
La recuperación del muitú permitirá aumentar el número poblacional de una especie que se ha perdido en gran parte de su distribución original y recuperar su rol ecológico de regenerador de bosques. Además, su reintroducción representa un recurso importante más para la producción de naturaleza que se viene desarrollando en la región basada en el ecoturismo y el avistaje de fauna.
El primer sitio de liberación elegido es el Portal Yerbalito, al noroeste de la Reserva Iberá. Yerbalito alberga los mayores parches de bosque paranense de la región, además de pastizales, pajonales inundables y bañados. Estos bosques corresponden a la formación de Bosques Secos Estacionales que continúan hacia el este en la Mata Atlántica, hacia al oeste en los bosques del Chaco Húmedo y los valles fluviales del Paraná y Paraguay, y hacia el norte hacia los bosques del Paraguay Oriental que incluyen al Ñeembucú, que es una región de características similares a Iberá.
El guacamayo rojo (Ara chloropterus) es un ave de plumaje vistoso y colorido y de gran tamaño, que solía habitar las selvas del noreste de Argentina, incluyendo las selvas en galería del río Paraná y zonas aledañas del norte y centro del Parque Iberá. Su presencia en Corrientes fue citada por diferentes exploradores. Actualmente se encuentra extinta en toda la Argentina. Es un ave frugívora, por lo que juega un papel crucial en el funcionamiento de las selvas al dispersar frutos y semillas de gran tamaño de varias especies nativas de árboles, palmeras y enredaderas. Además, su belleza y su porte la convierten en un gran atractivo turístico.
A finales de 2022 existe un núcleo de guacamayos rojos liberados en el Portal Cambyertá y otro en la Reserva Yerbalito, ambos sitios en el norte del Parque Iberá, lo que representa la primera reintroducción de un ave extinta en Argentina. Estos animales provienen de cautiverio y han tenido que superar una fase intensiva de entrenamiento de vuelo, reconocimiento de frutos nativos y orientación y evasión de depredadores, como gatos monteses y zorros, antes de poder ser liberados.
Debido a su vistoso plumaje, los guacamayos han sido perseguidos por los humanos desde tiempos históricos. En Corrientes habitaban al menos dos especies de estas grandes aves: el guacamayo violáceo (Anodorhynchus glaucus) o “guaá-hovy’’, que se extinguió por completo en el mundo, y el guacamayo rojo (Ara chloropterus) o “guaá-pytá’’, que desapareció de la provincia y del resto de Argentina.
Los guacamayos habitaron los campos con isletas de selva, palmares y las selvas de galería de Corrientes y otras provincias como Formosa, Chaco, Santa Fe, Misiones y Entre Ríos. En la actualidad, las poblaciones de guacamayo rojo más cercanas a Corrientes se encuentran a más de 300 kilómetros hacia el norte, en los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná (Brasil), en el extremo norte de Paraguay y en el sudeste de Bolivia, en zonas que no se hallan protegidas adecuadamente.
A escala global, el guacamayo rojo está catalogado en la lista roja de UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como una especie de Preocupación Menor. En Argentina está catalogada formalmente como una especie Críticamente Amenazada, aunque no existen registros recientes y se la considera extinta.
Unas de las pocas menciones acerca del guacamayo rojo en nuestro país fueron las de Alcides D´Orbigny (1945), quien en 1827 lo capturó en sus viajes por Corrientes, más exactamente durante una navegación por el río Paraná a la altura de Ita Ibaté. Antes, Félix de Azara (1809) contaba cómo entre 1781 y 1801 la especie habitaba los alrededores de la ciudad de Asunción y todo el sur de Paraguay en Ñeembucú, mencionando al norte de Argentina hasta los 28 grados de latitud como su área de distribución. También Sánchez Labrador menciona la presencia en el sur del Paraguay.
En 1881, el Comandante Fontana lo registra en tierras chaqueñas, como también lo hace Enrique Lynch Arribalzaga en su publicación sobre “Las aves del Chaco” de 1920. Sin embargo, en 1895, Eduardo Holmberg comenta “se trae en cantidad del Paraguay; recuerdo haberlo visto en el Chaco; pero González trajo dos del Pilcomayo”. En Junio de 1891, Bertoni (1901) comentó la captura de un ejemplar en el alto Paraná del siguiente modo: “Lo maté cuando estaba comiendo frutas de Esenbeckia guatambu, con tres individuos más del mismo tamaño (…) A menudo se ve a esta especie cruzar el río Paraná; parece que duerme en la costa argentina para pasar a comer todos los días a la costa paraguaya”. Esto último corresponde a algún punto en la costa argentina en el noroeste de Misiones. Existen también registros de 1883 para Santa Ana, departamento Candelaria, provincia de Misiones, hasta que tal vez en 1917 fue cazado uno de los últimos individuos silvestres en Argentina, en la provincia de Formosa (Chebez, 2008).
El panorama que muestran todos estos relatos históricos es el de una especie que vivía perfectamente en los bosques de la región, ya que se mencionan como árboles para alimentación o nidificación especies muy abundantes como el timbó y la palmera mbocayá, entre otros. Pero, asimismo, resulta notable que la mayoría de los comentarios de los naturalistas son sobre el uso de los guacamayos para alimento y para mascota u ofrendas. Considerando esto en coincidencia con el auge del poblamiento humano en la región entre Asunción y Corrientes, y la gran actividad ganadera que se desarrollaba en el 1700 y 1800, resulta sencillo entender por qué esta especie resultó fuertemente afectada hasta su extinción.
Para tener una idea del impacto de las actividades humanas en la región noroeste de Corrientes se puede considerar que las cabezas de ganado de aquella época equivalen casi al total de cabezas de ganado que se encuentran hoy en día en la provincia. Sumado a esto, ha sido mencionado el impacto negativo de las guerras y guerrillas que asolaron la región norte de Corrientes durante todos esos años.
La Reserva Natural Iberá representa una oportunidad casi única para recuperar la presencia de esta auténtica “joya del aire” en nuestro país. En la actualidad, la reserva cuenta con una gran extensión de hábitat protegido con suficientes islas de bosque que permitirían albergar una población estable de guacamayo rojo tanto en el parque provincial de propiedad pública como en las reservas bajo propiedad privada. Además, Iberá cuenta con un conjunto de instituciones y expertos en la restauración de poblaciones extintas y amenazadas, como el oso hormiguero gigante, el venado de las pampas y el pecarí de collar.
Las razones para recuperar al guacamayo rojo incluyen cumplir un rol clave en el funcionamiento de las islas de bosques al controlar y dispersar los frutos y semillas de mayor tamaño de los árboles nativos; implicar la recuperación de una especie extinta en Argentina y la conservación de una población silvestre al sur de la distribución geográfica global de la especie; representar un atractivo turístico de primer orden por ser una de las aves más espectaculares de América, contribuyendo al desarrollo de las comunidades locales; recuperar un valor cultural de los correntinos que permanece presente en expresiones artísticas y relatos históricos, como en las pinturas de la cúpula del icónico teatro Vera en Corrientes.
Nuestro proyecto se nutre de guacamayos rojos cautivos provenientes de diferentes zoos y centros de cría de todo el país. Estos animales se trasladan hacia el Centro de Reasilvestramiento Aguará en la provincia de Corrientes, donde se consolidan los grupos de individuos y se realizan todos los chequeos sanitarios necesarios para descartar enfermedades que puedan ser incorporadas en el ambiente silvestre tras su liberación. Una vez finalizados los chequeos sanitarios, los guacamayos comienzan con un entrenamiento intensivo que permite desarrollar sus habilidades en el vuelo y ejercitar la musculatura alar. Desde que arriban al centro, también reciben frutos nativos para que puedan reconocerlos como alimento cuando sean libres.
Antes de su traslado al lugar de liberación se les coloca un pequeño transmisor de radio que permite el seguimiento de cada individuo en el campo. Posteriormente, son trasladados al sector de la reserva conocido como Cambyretá, portal de acceso norte del Parque Iberá, ubicado al sur de Ituzaingó y Villa Olivari. Allí son alojados en pequeños jaulones móviles ubicados en el interior de diferentes parches de bosque para que puedan aclimatarse al nuevo entorno durante un par de días. Dichos jaulones son abiertos progresivamente, colocando bandejas de alimentación cercanas para que los animales comiencen a explorar el entorno. Las mismas son alejadas cada vez más del jaulón de liberación para fomentar el aumento en la distancia de vuelo y exploración de las aves, hasta que el proceso de independencia es total. Luego de su liberación y según amplían su área de acción, los guacamayos son monitoreados por personal del proyecto para comprobar su adaptación al ambiente natural, su reproducción y su supervivencia a largo plazo. También se colocan cajas nido artificiales en distintos árboles altos de los bosques para permitir que las parejas las utilicen para nidificar hasta que aprendan a encontrar oquedades naturales en los árboles y palmeras de la zona.
El pecarí de collar (Pecari tajacu) es un pariente lejano de los cerdos y cumple un rol importante en la dispersión de frutos y semillas de plantas nativas. Se extinguió en amplios sectores del centro y norte del país, incluyendo la provincia de Corrientes, en donde hoy ya existen varias poblaciones reintroducidas las reservas Rincón del Socorro, San Alonso, Carambola y San Nicolás, dentro del Parque Iberá.
Al año 2022, pecaríes provenientes de cautiverio donados por instituciones de otras provincias, como Buenos Aires, Tucumán, Salta, La Rioja, Córdoba y Mendoza, han sido liberados en las Reservas Rincón del Socorro desde 2015 y en San Alonso desde 2017, conformando poblaciones autosustentables. Dos núcleos fueron iniciados en 2018 en las reservas San Nicolás y Carambola y otro en Yerbalito en 2021. Actualmente, se continúa con la liberación de más individuos y se registran nuevas crías todos los años.
El pecarí de collar o morito es un tayassuido (la familia a la que pertenecen los cerdos silvestres o “jabalíes” de América) de amplia distribución que se encuentra desde el sur de Estados Unidos hasta el centro de Argentina. Se trata de un mamífero ampliamente adaptable que habita desiertos, bosques secos y selvas húmedas desde el nivel del mar hasta los 2400 metros. Aunque también habita pastizales abiertos, parece necesitar una cierta cobertura arbórea o arbustiva que le sirva de refugio y de fuente de alimento. Su dieta es bastante amplia y está compuesta por frutos, hojas, tubérculos y, en menor medida, de otros animales.
El pecarí de collar ha mostrado una importante capacidad de adaptación a la presencia de humanos y a la transformación moderada de sus ecosistemas naturales. Por ejemplo, en Estados Unidos no resulta raro verlos en el interior de las ciudades y áreas periurbanas. Como los otros pecaríes, el de collar es un animal sociable que vive en grupos cuyo tamaño varía desde los dos a los 30 ejemplares. Sus áreas de campeo varían entre 24 y 800 hectáreas.
La especie se considera como extinta en Corrientes, Entre Ríos, buena parte de Santa Fe, sur de Córdoba y el sudeste de Santiago del Estero, mientras que todavía es relativamente abundante en algunos sectores de Santa Fe, el centro norte de Misiones, Chaco, Formosa, Tucumán, norte de Santiago del Estero, este de Jujuy, Salta, sudeste de Catamarca, sur de La Rioja, este de San Juan, oeste y norte de Córdoba, San Luis y noreste de Mendoza.
Dentro de la región del Iberá se cita su presencia histórica en las isletas de selva de Puerto Valle (al noreste de la Reserva Natural Iberá) de donde desapareció, principalmente por la cacería y los desmontes, a mediados del siglo XX. El explorador francés D’Orbigny señaló que la especie era frecuente en los bosques de la provincia de Corrientes hacia 1820.
En resumen, el pecarí de collar es un mamífero altamente adaptable que vive en grupos de tamaño variable, que requieren territorios de decenas a unos pocos cientos de hectáreas en ecosistemas con cierta cobertura boscosa. En Argentina todavía se encuentran poblaciones abundantes y saludables de esta especie, aunque también ha desaparecido de varias regiones, incluyendo la provincia de Corrientes.
El venado de las Pampas (Ozotoceros bezoarticus) es un herbívoro que supo ser muy abundante en los pastizales argentinos. Debido a la caza, la destrucción del ambiente donde habitaba y la introducción de enfermedades con el ganado doméstico sus números cayeron en forma alarmante. En la actualidad subsisten solo cuatro poblaciones aisladas con alrededor de 2000 individuos en todo el país. Corrientes todavía cuenta con una de estas poblaciones dentro de campos privados situados en cercanías de los bañados del Aguapey.
Los venados reintroducidos en Iberá constituyen hoy la quinta población del país, la tercera más numerosa y la más grande resguardada en un área protegida.
Hasta principios del siglo XX, el venado de las pampas era uno de los mamíferos más abundantes y característicos de los pastizales naturales del norte y centro de Argentina. Las crónicas del 1800 describen que los venados se contaban por miles en las extensas pampas argentinas, pero el vertiginoso proceso de transformación de su hábitat natural en campos ganaderos y de cultivo lo dejó prácticamente sin lugar donde vivir.
En la actualidad se considera que quedan unos 2000 ejemplares repartidos en cuatro poblaciones relictuales y aisladas, situadas en las provincias de Buenos Aires, San Luis, Corrientes y Santa Fe. La población de venados de Corrientes es la mayor del todo el país para la subespecie O. b. leucogaster, que cuenta con unos pocos ejemplares en Santa Fe, pero no en las otras dos provincias. Como reconocimiento de su importancia, Corrientes declaró al venado como Monumento Natural correntino, lo que implica tanto la protección de los animales como de su hábitat.
Estudios sobre los venados de las pampas en la provincia de Corrientes muestran una distribución limitada a las áreas de pastizales ubicadas entre las lomadas arenosas que bordean a los Esteros de Iberá y los bañados del Aguapey. El problema es que esta zona ha sido elegida por la industria forestal como área prioritaria para el establecimiento de plantaciones de pinos exóticos, lo que está haciendo desaparecer el hábitat de los venados muy rápidamente. En otros casos, la presencia de perros y una alta carga ganadera pueden espantar a los venados de un área. A esto se añaden algunos casos de cacería furtiva que todavía se dan en la zona.
Si estos procesos continúan avanzando de la manera desmesurada en que lo han hecho en estos últimos años podrían llevar a la desaparición de la especie en la zona del Aguapey. No sería la primera vez que algo así sucede en la provincia: a finales del siglo pasado se extinguió una población que habitaba los alrededores de Concepción del Yaguareté Corá por causa de la llegada de plantaciones de pino y eucalipto.
El oso hormiguero o yurumí (Myrmecophaga tridactyla) posee un hocico alargado desprovisto de dientes con una extensa lengua con la cual se alimenta de hormigas y termitas. Estos mamíferos, que se extinguieron en Corrientes a mediados del siglo XX, pueden medir hasta 2 metros de longitud y pesar alrededor de 50 kilogramos.
Fue la primera especie con la que comenzamos a trabajar en el programa de rewilding en Iberá. En 2007 se liberó la primera pareja de osos hormigueros en la reserva Rincón del Socorro, donde ya existe una numerosa población autosustentable. Luego de años de trabajo, además de esta población se cuenta con otro núcleo iniciado en 2013 en Isla San Alonso, que también es considerado autosustentable, un núcleo en la Estancia Don Pablo en 2016, esta última afuera del Parque Iberá, dos núcleos iniciados en 2018 en el sector Carambola y San Nicolás y uno en Yerbalito en 2022.
La mayor parte de los animales liberados son crías huérfanas rescatadas en otras provincias del norte del país, cuyas madres fueron víctimas de la caza furtiva. Desde el inicio del proyecto en 2007 se han rescatado más de 130 osos hormigueros huérfanos de distintas provincias del norte argentino. Actualmente, las poblaciones de Iberá en conjunto alcanzarían alrededor de 200 individuos, e incluso se registraron osos que se han dispersado y establecido a varios kilómetros de distancia de las reservas.
La nutria gigante (Pteronura brasiliensis), o lobo gargantilla, es la especie de nutria más grande del mundo, pudiendo alcanzar una longitud de hasta 1,8 metros. Era un depredador tope de los ecosistemas acuáticos de Corrientes, donde se alimentaba de peces y yacarés. Hasta mediados del siglo XX era posible verla en el río Paraná, cerca de la capital de la provincia, y se ha comprobado su presencia en Iberá en base a un cráneo hallado en una de sus islas. Este espectacular mamífero está extinto en Corrientes y en toda la Argentina.
La mayor parte de la dieta de la nutria gigante está compuesta por peces, aunque puede incluir crustáceos, moluscos y vertebrados terrestres como yacarés sub-adultos, aves o roedores. Por sus características alimenticias, este carnívoro suele ser predador tope en las cadenas tróficas de los cursos de agua donde habita, siendo una especie clave en dichos ecosistemas.
La nutria gigante está catalogada como amenazada a nivel internacional, críticamente amenazada en la mayoría de los países donde se distribuye, e incluso considerada probablemente extinta en toda Argentina según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). La Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) la considera En Peligro Crítico de Extinción y menciona que no hay registros de una población estable o individuos adultos con territorios estables en la Argentina en al menos los últimos 30 años. Es probable que una combinación de factores incluyendo la modificación del hábitat, la contaminación, la caza furtiva y los conflictos con humanos hayan provocado la retracción de sus poblaciones en Argentina.
En el pasado, la distribución de la especie era muy amplia: abarcaba desde Guyana, Venezuela y Colombia hasta el norte de Argentina y Uruguay y zonas orientales de los Andes. Actualmente, la mayor parte de las poblaciones de nutria gigante se distribuyen de manera discontinua en el Pantanal, Amazonas brasileño y las regiones inmediatamente adyacentes a esta área, Guyana francesa, Surinam y Guayana. La especie también está presente en Perú, Colombia, Ecuador, Paraguay y Bolivia.
En Argentina la nutria gigante habitaba las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay, e incluía los Esteros del Iberá. También penetraba en la región Chaqueña a través de ríos como el Bermejo y llegaba por el oeste incluso hasta Jujuy. Los últimos registros de la especie en el país datan de más de dos décadas en las cuencas de los ríos Iguazú, Paraná y el arroyo Urugua-í en la provincia de Misiones, con un único avistamiento ocasional reciente en el año 2010 en el río Iguazú superior, en la zona de Garganta del Diablo.
En la provincia de Corrientes existen citas principalmente a lo largo de los ríos Paraná (incluso hasta el año 1993) y Uruguay. También existen registros no confirmados en los departamentos de Ituzaingó y Paso de los Libres. En los Esteros del Iberá, que se conectan con el río Paraná a través del río Corriente y con el río Uruguay a través del río Miriñay, la cita más conocida de la especie es un cráneo hallado en la Laguna Fernández. Existen también relatos de la presencia de la especie en la zona de Rincón del Diablo, Capitá Miní, Yahaveré, laguna Itatí Rincón, laguna Misteriosa, arroyo Sánchez (unos kilómetros al norte de la localidad de Colonia Carlos Pellegrini) y en los esteros del Miriñay, al oeste de la localidad de Tapebicuá.
La ausencia de predadores tope en el Iberá, tales como el yaguareté y la nutria gigante, implica un desbalance en el ecosistema al perderse sus roles como reguladores de las poblaciones de presas. Sumado al efecto ecológico de restaurar un predador tope en el ecosistema, la reintroducción del lobo gargantilla representa otro recurso importante para la producción de naturaleza que se viene desarrollando en la región basada en el ecoturismo. En este contexto y en base a las especies recomendadas a ser reintroducidas en Iberá es que se plantea el proyecto de reintroducción de la nutria gigante que junto al yaguareté representan los dos predadores topes en los ecosistemas acuáticos y terrestres de la zona, respectivamente.
Este proyecto recibe el apoyo de National Geographic Society.
El ocelote (Leopardus pardalis) es el más grande de los pequeños felinos manchados de América y el tercer felino más grande del continente americano, después del yaguareté y el puma. Esta especie, considerada vulnerable a la extinción, originalmente tenía una amplia distribución en América, pero actualmente habita desde el sur de Texas, en Estados Unidos, hasta el norte de Argentina, donde se encuentra principalmente en las ecorregiones de las Yungas, la Selva Paranaense y el Chaco.
Las principales causas de disminución de su área de distribución son la caza y la destrucción del hábitat. En la provincia de Corrientes existen escasos registros de la especie en algunos sitios puntuales, siendo los más recientes en isletas de bosque en la zona noreste, en el departamento de Santo Tomé. Sin embargo, ha desaparecido de gran parte del territorio provincial, incluyendo Iberá, donde hubo un último registro en el año 2015. La presencia de este felino es vital para mantener a raya las poblaciones de sus presas, por lo que su reintroducción significa un gran aporte a la salud y funcionalidad del ecosistema.
Distintas entidades públicas y privadas, como centros de cría y de rescate de fauna, bioparques y zoológicos, crían o rescatan a estos animales y luego los donan para que se incorporen al proyecto. Gracias a este trabajo en conjunto con estas instituciones ya hay cinco individuos que se encuentran en etapa de pre-aclimatación, preparándose para la vida en libertad, en corrales de pre-suelta en la Reserva Rincón del Socorro, cerca del Paraje Uguay.
SOFÍA HEINONEN
Sofía Heinonen nació y creció en Buenos Aires (Argentina), donde se formó como bióloga. Activista por naturaleza, lleva más de treinta años diseñando proyectos de gran escala y largo plazo para la creación de áreas protegidas y la restauración de ecosistemas. Formó parte de Fundación Vida Silvestre y la Administración de Parques Nacionales antes de sumarse en 2005 al Proyecto Iberá, liderado por Doug y Kris Tompkins (CLT Argentina), que luego sería continuado por Rewilding Argentina. Actualmente es Directora Ejecutiva en Rewilding Argentina, donde lidera cuatro proyectos que abarcan más de un millón de hectáreas y un equipo de más de doscientas personas. En 2022 fue reconocida por la BBC como una de las cien mujeres más influyentes del planeta.
Sofía Heinonen was born and raised in Buenos Aires (Argentina), where she trained as a biologist. An activist by nature, she has spent more than thirty years designing large-scale and long-term projects to create protected areas and restore natural ecosystems. Sofía was part of Fundación Vida Silvestre and the National Parks Administration before joining the Iberá Project in 2005, led by Doug and Kris Tompkins (CLT Argentina), which Rewilding Argentina would later continue. She is currently the Executive Director at Rewilding Argentina, where she leads four projects that cover more than one million hectares and a team of more than 200 people. In 2022, the BBC recognized her as one of the 100 most influential women on the planet.
Gracilaria (Gracilaria gracilis) is a seaweed native to Patagonia that forms extensive meadows that cover the soft mobile seabeds, which are not generally covered by other seaweed species. It prevents erosion and provides shelter for fish and marine invertebrates such as crabs, starfish and snails.
Until about 20 years ago it was a seaweed of high economic interest, from which a gelling and thickening product known as agar, used in the pharmaceutical, cosmetic and food industries was extracted. Initially it was harvested in large quantities when it detached naturally and washed ashore in events called arribazones. As these events diminished, it was harvested directly from the sea, and over time its abundance diminished so severely that it was no longer economically viable to process it, which led to the disappearance of this activity.
Currently, our team is working to regenerate gracilaria meadows by replanting it in sites where it is sparse, in a slow and laborious process that must be done manually by divers. Worldwide, it is one of few projects aimed at restoring algae meadows for conservation purposes.
The South American fur seal (Arctophoca australis) is a marine mammal with distribution along the coasts of Chile, Argentina, Uruguay and Brazil. Males are larger than females: they can measure two meters and weigh 200 kilograms, and have a small mane around their neck.
Their name in Spanish, lobo marino de dos pelos (two-haired sea lion) refers to the fact that their fur has two layers. Their pelts were highly valued from the 16th century until the beginning of the 20th century by the fur industry, which decimated their population. As a consequence, its original distribution was reduced to small, scattered colonies within the limits of the area it once occupied. Today, the extensive overlap of the areas used by sea lions and fisheries is their greatest threat.
In Argentina, the most populous colony is located on Isla Rasa, near Camarones, in Chubut. This island plays a key role in the population recovery of the species as it contains 60% of the total breeding population in Argentina; however, it is not protected due to its distance from the continent. Extending the protection of the coastal-marine zones of Patagonia Azul to include Isla Rasa and the sea that surrounds it is a pending matter.
The humpback whale (Megaptera novaeangliae) is a large marine mammal that can measure up to 16 meters and weigh 30 tons. It is found in all of the world’s oceans, however, depending on the availability and quality of food, it is more commonly found in particular areas, such as Patagonia Azul.
Here, since 2021 in the spring and summer, individuals have been observed consuming lobsters and schools of anchovies, We began to record these events to observe their feeding techniques in the area and take photos, particularly of their tails, whose rough profile and spots generate unique patterns that can be used to identify each individual, much like a human fingerprint. These images were uploaded to an international database and provided information on 14 individuals that had never before been recorded.
In addition to continuing to record this information, we are preparing to record and research their extensive, complex songs, which are used during mating and feeding. Identifying and monitoring each individual allows us to learn more about the abundance and migratory patterns of the species in the area, to later develop strategies to help conserve their numbers.
The Minke whale (Balaenoptera bonaerensis) belongs to the fin whale family, one of the most abundant and diverse of the cetaceans, and is easily recognized by its large body size with small dorsal fin, flat head and grooves in the throat and chest that expand when they swallow water to feed on plankton, which is filtered by their baleen.
The minke whale was intensively hunted until the middle of the 20th century by whaling fleets in expeditions that captured thousands of individuals. Although hunting it now is illegal, it does happen on occasion. In addition, these fin whales face other threats such as noise pollution in the seas and the reduction of sea ice sheets due to global warming. Krill, the main food source of Minke whales, reproduces in these ice sheets.
Although the minke whale is an oceanic species that migrates between the Antarctic and southern Brazil, it is sometimes sighted in the coastal waters of Patagonia Azul. Moreover, in recent years it has begun to be observed there more frequently, sometimes in groups, but also solitary individuals. Because of this, there is much uncertainty about the species. It is not known how many individuals exist, the conditions of the population, nor where in the Argentine Sea it most commonly circulates.
The Sei whale (Balaenoptera borealis) is a fin whale found around the world and has two subspecies, one in the Northern Hemisphere, and one in the Southern Hemisphere. The southern sei whale is found seasonally along the coast. It migrates through the Argentine Sea from subpolar areas where it feeds in the summer, to the south of Brazil, where it breeds in winter.
Like the Minke, the Sei whale was heavily hunted until a few decades ago. It is considered endangered because the world population has declined by more than 80% within the last three generations. Today, its recovery depends on its protection. Although there is no formal data on current population trends, the latest records indicate that the population is slowly increasing along the Argentine coast.
Its variable migratory routes and intermittent presence during some months of the year make it difficult to monitor the population. Since 2019 their presence has been recorded in Patagonia Azul, mainly during autumn in moderately deep coastal areas, where they have been observed feeding or resting. From these records, we hope to gain a better idea about their abundance, behaviors and habitat use in the Patagonia Azul area.
The southern right whale (Eubalaena australis) can measure up to 16 meters and weigh about 40 tons. It inhabits the oceans of the Southern Hemisphere; the Atlantic population usually migrates between feeding areas near Antarctica in summer and breeding areas further north in winter, where they concentrate mostly in the Valdes Peninsula and reach as far as Uruguay and Brazil. On these migratory journeys, Patagonia Azul is a regular stop for the southern right whale.
It is a very trusting and curious species and therefore frequently approaches vessels. In the past, this characteristic made the southern right whale an easy target and it was heavily hunted.
With its global population decimated, the southern right whale slowly recovered once commercial whaling was banned in the 1980s. Today its use as a resource for whale watching depends on the existence of a healthy population. These friendly encounters between these giants of the ocean and humans occur by chance in the transit waters that bathe the coasts of Patagonia Azul.
The broadnose sevengill shark (Notorynchus cepedianus) is one of the large sharks that inhabit the Argentine Sea. It can reach up to three meters in length, weigh more than 100 kilograms and has numerous white and gray spots, which give it its name in Spanish tiburón gatopardo (leopard shark).
It plays a fundamental ecological role as an apex predator in the Patagonian marine ecosystem. Its diet is varied: it consumes fish, invertebrates and crustaceans; it also consumes animal remains and is capable of preying on dolphins, sea lions, elephant seals and even other sharks.
Even so, this species is vulnerable: its population has decreased by 60% in recent years and its conservation state is critical. The main reason for this is their capture, both in unregulated sport fishing in coastal areas and as bycatch in offshore commercial fisheries.
Our team is working to compile information through underwater cameras and collect data on its distribution and use of Patagonia Azul’s coasts, in order to protect its breeding sites and ensure its survival.
At over five tons in weight and nine meters long, the orca (Orcinus orca) is the largest existing dolphin, although little is known about the species. Although there are populations all over the world, each family maintains fidelity to a site that it usually patrols throughout the year. They swim long distances, and return to feeding sites just when their food sources are most abundant.
The orca is a family-based, social species in which immediate offspring and grandchildren are guided by a female leader. Their ability to communicate with specific dialects and the transmission of their songs from generation to generation reveal a cultural education similar to that of humans.
These cetaceans play an important role as top marine predators that help maintain healthy populations of their prey, which they capture together by coordinating different behaviors. In Patagonia Azul there are several islands that host prey populations, where visitors can experience a wild encounter with orcas.
The southern dolphin (Lagenorhynchus australis) is a robust dolphin that is found only along the southern coasts of South America, weighing up to 115 kilograms and measuring slightly over two meters. Its dark coloration with grayish bands on its sides and its dark head, which ends in the shape of a short rounded «beak» differentiate it from other dolphins. In the Atlantic Ocean its range reaches Antarctica and the South Atlantic Islands; it appears frequently on the coasts of Patagonia Azul, although it is usually sighted offshore on the continental shelf.
The southern dolphin is commonly found in small groups, swimming among kelp forests or in areas of fast moving waters such as channels and straits, which they often leave to follow boats, jumping at full speed. However, when they are with their young they tend to stay close to the coast, in safe, shallow bays, and avoid socializing.
The presence of this marine predator is essential to fulfill its ecological niche and promote a new restorative economy based on wildlife sighting tourism in Patagonia Azul.
The Commerson’s dolphin (Cephalorhynchus commersonii) is a small cetacean that does not exceed 1.5 meters in length and weighs a maximum of 60 kilograms. Its range is from the north of the province of Chubut in Argentine Patagonia, including the waters of the Islas Malvinas/Falkland Islands, to the southernmost fjords of Chile, including the Strait of Magellan. Patagonia Azul is one of the sites where most of the individuals are concentrated.
In groups ranging from five to 20 individuals, these charismatic and active animals repeatedly breach and jump when they encounter a boat. Due to their trusting and sociable behavior, they tend to interact with fisheries, where they are caught in nets as bycatch.
This elusive species has not yet been studied like other Patagonian marine mammals. Undoubtedly, the development of nature tourism activities and the contributions of citizen science, such as filming and photography during recreational boat outings, can provide valuable information for certain biological studies on their distribution patterns, site fidelity, and life history.
Although it is known as the «Patagonian hare», the mara (Dolichotis patagonum) is not part of the lagomorph family to which hares and rabbits belong, but to that of rodents; in fact, it is the second largest rodent in the world after the capybara. Although it resides only in Argentina and has a broad distribution, its populations are vulnerable because of habitat loss due to the advance of agricultural and livestock activities and competition with introduced herbivores, such as sheep and the European hare. For this reason, mara sightings are rare throughout their range.
One of the most striking characteristics of this terrestrial mammal is that it digs burrows that it shares with other pairs of maras during the breeding season and that function as shelters for other species. In addition, its presence in the ecosystem favors seed dispersal throughout its wide range, which contributes to the regeneration of the habitat.
Since 2020, at Patagonia Azul we have begun to monitor the mara in sites where cattle ranching has been withdrawn. Despite the short period of time that has elapsed, we have already observed changes in their behavior: human presence is increasingly unnoticed and it is easy to spot pairs with their young. Monitoring these individuals provides us with useful, essential information, since there is little long-term data on the species over time.
The white-headed steamer duck (Tachyeres leucocephalus) is a robust seabird that inhabits only the coasts of the province of Chubut and northern Santa Cruz, mainly at Patagonia Azul. Due to its declining population status, it is considered a vulnerable species.
Its name refers to the way it moves through the ocean: it uses its small wings, which cannot lift its heavy body, to propel itself through the water, reminiscent of the paddles of a steamship. This is how it is able to move swiftly across the water’s surface when it feels threatened or to defend its mate or its territory.
The islands of Patagonia Azul have exclusive breeding sites for the white-headed steamer duck away from mainland predators. The ducks build their nests on the ground, well-hidden among the vegetation, where the chicks are born and protected to ensure the success of each breeding season. Because of its reduced range and small population size, conserving these areas of Patagonia Azul is crucial for the species’ population recovery.
La gracilaria (Gracilaria gracilis) es un alga nativa de Patagonia que forma extensas praderas que cubren los fondos blandos móviles, que no suelen ser cubiertos por otras especies de algas, evitan su erosión y generan refugio para peces e invertebrados marinos como cangrejos, estrellas de mar y caracoles.
Hasta hace unos 20 años fue un alga de importante interés económico, de la cual se extrajo un producto gelificante y espesante conocido como “agar”, utilizado en las industrias farmacéutica, cosmética y alimentaria. Inicialmente se la recolectó en grandes cantidades cuando se desprendía naturalmente y se depositaba en las costas en eventos llamados “arribazones”. Frente a la disminución de estos eventos se la cosechó directamente del mar, y con el tiempo su abundancia se redujo tanto que no llegó a cubrir los costos de su procesamiento, lo que hizo desaparecer la actividad.
Actualmente, nuestro equipo trabaja para regenerar las praderas de gracilaria replantando individuos en sitios donde la abundancia es muy baja, en un proceso lento y laborioso que debe hacerse de forma manual y buceando. Es uno de los pocos trabajos a nivel mundial de restauración de praderas de algas con fines de conservación.
El lobo marino de dos pelos (Arctophoca australis) es un mamífero marino que se distribuye en las costas de Chile, Argentina, Uruguay y Brasil. Los machos son más grandes que las hembras: pueden medir dos metros y pesar 200 kilogramos, y poseen una pequeña melena alrededor de su cuello.
Su nombre alude a que presenta dos capas superpuestas de pelo. Su piel fue muy apreciada desde el siglo XVI hasta principios del siglo XX por la industria peletera, que diezmó sus poblaciones. Como consecuencia, su distribución original se redujo a pequeñas colonias esparcidas dentro de los límites del área que antes ocupaba. Hoy, el gran solapamiento entre las áreas utilizadas por los lobos y las pesquerías es su mayor amenaza.
En Argentina la colonia más importante se encuentra en Isla Rasa, próxima a Camarones, en Chubut. Esta isla juega un rol clave para la recuperación poblacional de la especie al concentrar el 60% del total de la población reproductiva de Argentina; sin embargo, no se encuentra protegida debido a su distancia al continente. Ampliar la protección de las zonas costero-marinas de Patagonia Azul para incluir a Isla Rasa y su mar circundante es una asignatura pendiente.
La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) es un gran mamífero marino que puede medir hasta 16 metros y pesar 30 toneladas. Se distribuye en todos los océanos del planeta aunque, según la disponibilidad y calidad de alimento, su presencia es más frecuente en algunos sitios como Patagonia Azul.
Aquí, desde 2021 se han observado individuos consumiendo bogavantes y cardúmenes de anchoítas durante la primavera y el verano. Por ello, comenzamos a registrar estos eventos para observar sus técnicas de alimentación en la zona y tomar fotos particularmente de su cola, cuyo perfil rugoso y manchas generan patrones únicos que sirven para identificar cada individuo, similar a lo que ocurre con la huella digital humana. Estas imágenes fueron cargadas a una base internacional de datos y aportaron información sobre 14 individuos que nunca antes habían sido registrados.
Además de continuar con estos registros, nos preparamos para grabar e investigar sus extensos y complejos cantos, que utilizan para aparearse y durante su alimentación. Identificar y monitorear cada individuo nos permite conocer más sobre la abundancia y los patrones migratorios de la especie en la zona, y luego desarrollar estrategias para ayudar a conservarla.
La ballena Minke (Balaenoptera bonaerensis) pertenece a la familia de los rorcuales, una de las más abundantes y diversas dentro del grupo de los cetáceos, que se diferencia por sus individuos de gran tamaño con una pequeña aleta dorsal, cabeza aplanada y pliegues en la garganta y el pecho que se expanden cuando tragan agua para alimentarse del plancton, que es filtrado por sus barbas.
La ballena Minke fue intensamente cazada por flotas balleneras que capturaron miles de individuos en expediciones que persistieron hasta mediados del siglo XX. Si bien hoy la cacería es ilegal, ocurre esporádicamente. Además, estos rorcuales enfrentan otras amenazas como la contaminación acústica en los mares y la reducción de las capas de hielo marino a causa del calentamiento global. En estas capas de hielo se reproduce el krill, el alimento principal de las ballenas Minke.
Aunque la ballena Minke es una especie oceánica que migra entre la zona antártica y el sur de Brasil, a veces es avistada en las aguas costeras de Patagonia Azul. Más aún, en los últimos años su presencia allí comenzó a observarse con mayor frecuencia, a veces en grupos, pero también individuos solitarios. Por ello, existen muchas incertidumbres sobre la especie: no se conoce cuántos individuos existen, en qué estado se encuentra su población, ni qué lugares del Mar Argentino utiliza más frecuentemente.
La ballena Sei (Balaenoptera borealis) es un rorcual que se encuentra en todo el mundo y posee dos subespecies, una en el Hemisferio Norte y otra en el Sur. La del Hemisferio Sur tiene una presencia estacional a lo largo del litoral: migra por el Mar Argentino desde zonas subpolares donde se alimenta en el verano hacia el sur de Brasil, donde se reproduce en invierno.
Igual que la Minke, la ballena Sei fue intensamente cazada hasta hace algunas décadas. Se la considera en peligro de extinción dado que la población mundial disminuyó en más del 80% en las últimas tres generaciones. Hoy, su recuperación depende de su protección. Aunque no existen datos formales sobre las tendencias poblacionales actuales, los últimos registros indican que en la costa argentina la población está aumentando lentamente.
Sus recorridos migratorios variables y la presencia esporádica en algunos meses del año dificultan el seguimiento de la población. Desde 2019 se registra su presencia en Patagonia Azul, principalmente durante el otoño en zonas costeras medianamente profundas, donde se las ha observado alimentándose o descansando. A partir de estos registros, se busca tener una mejor noción sobre la abundancia, comportamientos y uso de hábitat en la zona de Patagonia Azul.
La ballena franca austral (Eubalaena australis) puede medir hasta 16 metros y pesar cerca de 40 toneladas. Habita los océanos del Hemisferio Sur; la población del Atlántico suele migrar entre áreas de alimentación cerca de la Antártida en verano y áreas de reproducción más al norte en invierno, donde se concentran mayormente en la Península Valdés y llegan hasta Uruguay y Brasil. En estos viajes migratorios, Patagonia Azul es una parada habitual de la ballena franca austral.
Es una especie muy confiada y curiosa y por ello es característico su acercamiento a embarcaciones. En el pasado, esta cualidad hizo de la ballena franca austral un blanco fácil y fue intensamente cazada.
Con sus poblaciones globales diezmadas, a partir de la prohibición de su caza comercial en la década de 1980 la ballena franca austral se recuperó lentamente. Hoy, su aprovechamiento por el turismo embarcado para su avistaje depende de una población saludable. Estos encuentros amistosos entre estas gigantes del océano y los humanos se dan casualmente en las aguas de tránsito que bañan las costas de Patagonia Azul.
El tiburón gatopardo (Notorynchus cepedianus) es uno de los grandes tiburones que habitan el Mar Argentino. Puede alcanzar tres metros de largo, pesar más de 100 kilogramos y posee numerosas manchas blancas y grises, que le dan su nombre.
Desarrolla un rol ecológico fundamental como depredador tope del ecosistema marino patagónico. Su dieta es amplia: consume peces, invertebrados y crustáceos; también aprovecha restos de animales muertos y es capaz de depredar delfines, lobos y elefantes marinos e incluso otros tiburones.
Aun así, esta especie es vulnerable: su población disminuyó en un 60% en los últimos años y se encuentra en estado crítico. Las causas principales son su captura, tanto en la pesca deportiva desregulada en áreas costeras como su captura incidental en la pesca comercial mar adentro.
Nuestro equipo trabaja para recopilar información mediante cámaras subacuáticas y obtener datos sobre su distribución y el uso que hace de las costas de Patagonia Azul, y así proteger sus sitios de reproducción y garantizar su supervivencia.
Con más de cinco toneladas de peso y nueve metros de largo, la orca (Orcinus orca) es el delfín más grande que existe, aunque poco se sabe de la especie. Si bien existen poblaciones en todo el mundo, cada familia tiene fidelidad a un sitio que suele patrullar durante todo el año. Nadan grandes distancias, volviendo a los sitios de alimentación en el momento adecuado, justo cuando sus fuentes de alimento se encuentran en mayor abundancia.
La orca es una especie social que desarrolla su vida en familias, en las cuales hijos y nietos son guiados por un hembra líder. Su capacidad de comunicación con dialectos particulares y la transmisión de sus cantos de generación en generación revelan una enseñanza cultural similar a la humana.
Estos cetáceos cumplen un importante rol como depredadores tope marinos que ayuda a mantener saludables las poblaciones de sus presas, que capturan trabajando coordinadamente a través de diferentes comportamientos. En Patagonia Azul existen varias islas que albergan poblaciones de presas, donde es posible experimentar el encuentro en estado salvaje con estos animales.
El delfín austral (Lagenorhynchus australis) es un robusto delfín exclusivo de las costas del sur de Sudamérica que llega a pesar 115 kilogramos y medir un poco más de dos metros. Su coloración oscura con bandas grisáceas a sus costados y su cabeza oscura, que termina en forma de “pico” corto redondeado, lo diferencian de otros delfines. Su distribución en el Océano Atlántico llega hasta Antártida e Islas del Atlántico Sur; en las costas de Patagonia Azul aparece frecuentemente, aunque suele avistarse mar adentro en la plataforma continental.
Es común encontrar al delfín austral en grupos pequeños, nadando entre los bosques de algas cachiyuyo o en zonas de aguas en movimiento intenso como canales y estrechos, que suelen abandonar para seguir las embarcaciones dando saltos a toda velocidad. Sin embargo, cuando están con crías suelen permanecer cerca de la costa, en bahías seguras y poco profundas, y evitan socializar.
La presencia de este depredador del ecosistema marino es esencial para cumplir su rol ecológico y promover una nueva economía restaurativa basada en el turismo de observación de fauna en Patagonia Azul.