La nutria gigante Nanay en el Parque Iberá, Corrientes. Foto: Sebastián Navajas

El retorno de la nutria gigante a la Argentina

28 de noviembre de 2023 · Proyecto El Impenetrable
Por Sebastián Di Martino

La historia de la nutria gigante es, sin ningún lugar a dudas, una de las historias más tristes de la fauna argentina, una historia de extinción.

Las crónicas de exploradores y misioneros que recorrieron nuestros grandes ríos, especialmente desde comienzos del siglo XVII y hasta finales del siglo XIX, narran la facilidad con la que observaban grupos numerosos de esta especie. Los llamaban «lobos marinos», ya que por su gran tamaño les hacían acordar a este animal. Casi todos los registros terminaban con varios o todos los animales del grupo muertos a tiros, debido a otras de las características de este animal: es diurno, muy curioso, muy ruidoso y, cuando una nutria gigante es herida, el resto permanece a su lado. La gran calidad de su piel también contribuyó a la masacre.

La nutria gigante (arriba) fue ilustrada por el misionero jesuita Florian Paucke, quien vivió en las provincias de Santa Fe y Chaco durante la segunda mitad del siglo dieciocho. Imagen: Archivo General de la Provincia de Santa Fe.

La nutria gigante habitó las cuencas de nuestros ríos más grandes, el Paraná y el Uruguay. Poco a poco su distribución se fue retrayendo hacia el norte y los últimos registros confirmados de grupos familiares e individuos solitarios se realizaron en cursos de agua misioneros en la década de 1980. Desde entonces la especie desapareció de los humedales de Argentina, con la excepción de algunos registros de individuos solitarios que nunca pudieron confirmarse. El gran depredador acuático de Sudamérica se había desvanecido de toda la cuenca del río Uruguay y de casi toda la cuenca del río Paraná. En el Pantanal logró recuperarse y hoy presenta poblaciones abundantes en algunos sectores.

Para revertir esta situación, Fundación Rewilding Argentina presentó un proyecto para reintroducir a la nutria gigante en el Parque Iberá, en la provincia de Corrientes. La idea surgió por el año 2006 pero comenzó a materializarse recién en 2019. El proyecto resultaba particularmente desafiante: nunca se había reintroducido a la nutria gigante en ningún lugar del mundo y en Argentina no quedaban ejemplares silvestres ni en cautiverio (de hecho, la especie nunca había estado presente en zoológicos nacionales) para comenzar a formar los planteles. La iniciativa pudo avanzar gracias al involucramiento de dos actores clave: por un lado, científicos del grupo de expertos de nutrias de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, especialmente la brasileña Caroline Leuchtenberger; por otro, los zoológicos europeos bajo el liderazgo del Programa de Especies Amenazadas de la asociación que los nuclea y del alemán Tim Schikora, quien coordina el programa de nutria gigante de esa asociación.

Coco, Nima y sus cachorros conforman una de las dos familias de nutrias gigantes que se preparan para la vida en libertad en el Parque Iberá, Corrientes. Foto: Sebastián Navajas

Fue así que comenzaron a arribar desde el viejo mundo los primeros individuos a Iberá, procedentes de Hungría, Suecia, Dinamarca, Francia, España y Alemania. De a poco, en gigantescos corrales de presuelta, que abarcan sectores de tierra firme y lagunas del gran humedal correntino, se empezaron a constituir los primeros grupos familiares y a verificarse los primeros nacimientos. Estos grupos familiares de nutria gigante, un animal fuertemente sociable, formarán parte de las primeras liberaciones programadas para los años venideros.

Mientras el proyecto de reintroducción avanzaba, la nutria gigante nos deparó una gran sorpresa: en mayo de 2021 logramos filmar a un ejemplar en una de las lagunas formadas por el desborde del río Bermejo en el Parque Nacional El Impenetrable, treinta y cinco años después del último registro confirmado en Argentina. Observaciones posteriores permitieron establecer que se trataba de un macho. Bajo el nombre de Teuco, esta nutria adquirió gran fama a nivel mundial. Se estima que el animal procedía del Pantanal paraguayo, el lugar más cercano que aún conserva poblaciones saludables de nutria gigante. Aun así, para llegar hasta El Impenetrable debió nadar más de mil kilómetros por los ríos Paraguay y Bermejo.

Las peripecias de Teuco no terminarían allí: al final del año 2021 fue filmado y fotografiado a más de dos mil kilómetros de ese lugar por Claudia y Cipriana, dos vecinas de Villa Roch, provincia de Buenos Aires. Nunca una nutria gigante había sido registrada tan al sur, y para llegar hasta esa zona debió incluso incursionar en agua salada, en las costas de San Clemente del Tuyú.

Teuco, la nutria gigante hallada en una laguna del Parque Nacional El Impenetrable en 2021, treinta y cinco años después del último registro confirmado en Argentina. Foto: Sebastián Di Martino

El avistaje de Teuco no sería el único: en el mes de agosto de 2022 una cámara trampa que habíamos colocado en el Parque Iberá, en la provincia de Corrientes, para monitorear osos hormigueros gigantes sacó varias fotografías de otro individuo. Lamentablemente nunca más volvimos a registrarlo. Más recientemente, imágenes de otra nutria fueron obtenidas en la junta de los ríos Paraná y Paraguay por Gustavo y Alejandra, dos vecinos de Villa Ángela aficionados a la pesca. Evidentemente, algunos individuos solitarios aún aparecen en forma esporádica en nuestras aguas, gambeteando a la extinción.

Desde los últimos registros confirmados en la provincia de Misiones en el año 1986 hasta el arribo de la primera pareja de nutrias gigantes a Iberá en 2019 transcurrieron treinta y tres años. Más de tres décadas en que los humedales argentinos se volvieron más silenciosos y menos diversos por la pérdida de esta maravillosa especie. Hoy en día, dos proyectos de reintroducción que se están llevando adelante en Iberá y El Impenetrable y algunos registros de individuos solitarios nos hacen albergar la esperanza de que los ruidosos grupos de nutria gigante volverán en breve a poblar nuestros ríos.

Acerca del autor

Sebastián Di Martino obtuvo el título de biólogo en la Universidad Nacional de La Plata y el de magíster en espacios naturales protegidos en la Universidad Autónoma de Madrid. Admira la revolución que el rewilding está provocando en el mundo de la conservación y está convencido que esta estrategia debe ser ampliamente utilizada en Argentina para restaurar sus ambientes naturales, hoy mayormente defaunados. Desde los trece años participa de actividades de organizaciones ambientalistas y sus trabajos siempre estuvieron vinculados a la conservación de la naturaleza. Desde el año 2015 es Director de Conservación de Rewilding Argentina y está a cargo de los proyectos de restauración de especies y ambientes.