Qaramta: el abanderado de los yaguaretés chaqueños

20 de diciembre de 2019 | Sebastián Di Martino

La historia de los yaguaretés del Chaco es una historia triste, como es en general la historia de este animal en Argentina. Tuvieron un pasado glorioso, que quedó plasmado en las crónicas de viajes de los primeros exploradores que navegaron el río Bermejo, que de oeste a este recorre a esta región. “Observamos ser tanta la copia de tigres este día, que de cinco y de seis paseaban las riberas” cuenta el padre Francisco Morillo, la primera persona que, en el año 1780, navegó el cauce del Bermejo en su totalidad.

Más de 100 años después la abundancia se mantenía y los hermanos Leach anotan acerca de su navegación en 1899: “hemos visto no menos de veintisiete tigres en tres días”. Semejante presencia no pasó desapercibida para los pueblos originarios del Chaco. Cuenta el ex gobernador de Salta Gerónimo Matorras, que recorrió la cuenca del Bermejo a caballo en el año 1774, que “entre las principales fiestas que celebran estas naciones, y a la que concurren todos los que no se hallan en guerras, es una que dedican al tigre. Y cada día de los que dura la fiesta, van exclamando al tigre en sus lamentosos cánticos, que no les tome sus hijos”.

Esta época de gloria para el yaguareté comenzó a sufrir su ocaso. Ya los historiadores que analizaron las primeras crónicas señalaron que “llama la atención la cantidad de disparos desde las embarcaciones a todo animal que se cruce a la vista: yaguaretés, carpinchos con sus crías, monos, aves y no para alimentarse sino por simple deporte”.

El tigre criollo comenzaba a desaparecer en el Chaco, como ya lo había hecho antes de las estepas patagónicas o de los pastizales pampeanos. Los bosques se quedaban sin su magnífico depredador y, ya finalizado el siglo XX, varios investigadores señalaban su virtual extinción en toda la región chaqueña. Ni siquiera los parques nacionales pudieron salvarlos y el yaguareté desapareció también de Copo y El Rey, que supieron albergarlo durante un tiempo.

El yaguareté chaqueño se convirtió hoy en un fantasma. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos quedan ni dónde. Se supone que sobreviven unos pocos individuos solitarios —menos de 20, se atreven a decir algunos— que se desplazan por vastos territorios en busca de sus congéneres. Cada tanto una huella, una observación fugaz o, más tristemente, un individuo cazado, nos recuerdan que siguen ahí.

“El yaguareté chaqueño se convirtió hoy en un fantasma. Nadie sabe a ciencia cierta cuántos quedan ni dónde. Cada tanto una huella, una observación fugaz o, más tristemente, un individuo cazado, nos recuerdan que siguen ahí.”

Una de estas huellas apareció en el mes de septiembre de este año (2019) en el recientemente creado Parque Nacional El Impenetrable. La rápida reacción de un grupo de organizaciones permitió obtener una filmación realizada con una trampa cámara del individuo que había pisado la costa barrosa del Bermejo. Era la primera filmación de un tigre silvestre del Chaco Argentino. El video parecía mostrar a un hermoso macho adulto.

Otra rápida reacción consistió en construir un corral en el corazón del parque nacional para alojar a una hembra cautiva para intentar atraer y capturar a este animal. Unos días después el ejemplar pudo efectivamente ser capturado y a partir de ese día dejó de ser un fantasma. Se lo nombró Qaramta —el que es difícil de destruir o matar en lengua Qom— un imponente macho de unos 5 años e impresionantes 108 kilos de peso. Gracias a la colocación de un collar con un emisor que se comunica con un satélite conocemos su posición exacta varias veces al día.

“Qaramta debe honrar el significado de su nombre y para eso necesita de nuestra ayuda. El Parque Nacional El Impenetrable posee poblaciones saludables de presas y el tamaño suficiente para albergar el primer núcleo poblacional de yaguaretés chaqueños restablecido en nuestro país.”

Qaramta debe honrar el significado de su nombre y para eso necesita de nuestra ayuda. El Parque Nacional El Impenetrable posee poblaciones saludables de presas y el tamaño suficiente para albergar el primer núcleo poblacional de yaguaretés chaqueños restablecido en nuestro país. Desde Rewilding Argentina proponemos realizar los primeros pasos en este sentido, cruzando a Qaramta con hembras cautivas llevadas al Parque Nacional para tal fin. Un difícil desafío, pero que ya ha dado buenos frutos en la conservación de otros felinos prácticamente extinguidos en otras regiones del globo.

Qaramta debe convertirse en la voz de los últimos yaguaretés chaqueños y en el germen de su recuperación. La observación pasiva de los acontecimientos terminó con los tigres de la Patagonia, de la Pampa, de muchos de nuestros parques nacionales. La no acción ya no es una opción y Qaramta dejó de ser un fantasma para recordárnoslo.

PERFIL DEL AUTOR

Sebastián Di Martino

Director de Conservación

Sebastián es biólogo y magíster en espacios naturales protegidos. Es un genuino apasionado del Rewilding y un convencido de que esta estrategia de conservación de la biodiversidad debe ser más ampliamente utilizada en Argentina con el objeto de restaurar nuestros ambientes naturales, hoy mayormente defaunados. Desde el año 2015 es Director de Conservación de Rewilding Argentina y está a cargo de los proyectos de restauración de especies y ambientes que llevamos adelante.